Las Tres Emperatrices, Primera Emperatriz Adelia

Capitulo 30 ❦ El Adiós Y El Hasta Pronto 2

Me sentía tan contenta después de haber disfrutado los chocolates en compañía de personas tan agradables, totalmente diferente de lo que fue el baile. También me sentí bien de al fin poder ponerme al corriente con una antigua deuda autoimpuesta, gracias a mi posición como dama de compañía mi salario había aumentado y mi deuda con el palacio, en corcondacia, había podido disminuir exponencialmente, si bien aún no estaba saldada unas cuantas monedas ya estaban en mi poder y podría pagar tantos años de amabilidad del señor Edwin.

Llegue a la puerta que da al jardín trasero, vi el frasco lleno de bombones en mi mano, Mickel era tan amable y de corazón bondadoso como su hermano, nos había dado un frasco a cada una, María lo compartiría con las demás sirvientas está noche y yo me preguntaba con quien podría compartir, pensé en los guardias del palacio de flores Linno y Jissue, pero ahora no sería un buen momento, de noche es cuando están aún más en guardia, esperaría a mañana y también le daría a la señorita Fleur, seguro me regañara.

Me quedé de pie debajo de la ventana de la señora Rosella, esperaba que no estuviera muy triste y que no se sintiera sola. De repente la ventana se abrió muy lentamente y se asomo el príncipe Velkan.

Mire hacia todos lados, no vi ni escuche nadie y le hice una señal para bajar. No me dejaba de sorprender como siempre confiaba en mi cuando le daba aquella señal. Lo tenía frente a mí ahora y después de esta noche no lo vería de nuevo en tres años.

- Su alteza real el príncipe Velkan - dije haciendo una reverencia

- No mas reverencias por hoy por favor - dijo el con una voz muy calmada - ya han sido demasiadas...

- Entiendo su alteza - dije tratando de mantener una expresión seria, el me observó, no decía nada

Estaba comenzando a ponerme nerviosa.

- Que decepción - dijo suspirando - creí que ya éramos cercanos, pero me trata con gran lejanía señorita Adelia, parece que malinterprete el avance de nuestra relación...al menos yo creí que habíamos avanzado

Después de aceptar mis propios sentimientos sentía que debía tomar distancia, de todas formas desde el principio era incorrecto que yo hablara con el príncipe como si nada.

- Con su permiso...- dije haciendo una reverencia y corriendo al jardín

No me moleste en voltear, solo quería llegar a mi pequeño lugar tranquilo y llorar por mi propia impotencia, en cuanto llegue abrí la pequeña puerta y cerré de inmediato, de todas formas no había forma de mantener una amistad con el príncipe, mis sentimientos traicionan la confianza que él y la señora Rosella ponían en mi.

Antes de dejar escapar más lágrimas la puerta se abrió, siempre creí que el príncipe se veía mejor bajo la luz del sol, porque me recordaba al verano y me transmitía calor pero bajo la luz de la luna me recordó al más elegante de los lirios.

- ¿Por qué corrió? - me preguntó - no trate de alejarse de mi de esa manera por favor, después de todo, no nos volveremos a ver en un largo tiempo, no quisiera que este fuera el último recuerdo que tenga de usted

Sentí mucha vergüenza y al mismo tiempo alegría de que viniera detrás de mi, que pretencioso de mi parte..

- Disculpe su alteza es solo que...- no quería decirle la verdad - de solo pensar que usted y la señora Rosella permanecerán alejados por tanto tiempo llena mi corazón de tristeza...- era cierto en parte, tal vez no mis sentimientos por completo pero si una parte de ellos

- Es cierto - se sentó en el pasto fuera de la pequeña construcción de madera - tres años son un largo tiempo pero es mi deber como príncipe, tu también los entiendes ¿Verdad? La última vez me dijiste que esperabas que este viaje me ayudara a fortalecer el imperio