Tiempos de Tranquilidad

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Taehyung se lanzó blandiendo su espada, pero la agilidad de sus oponentes lo desestabilizó, cerró sus ojos y se concentró en el ruido de los pies sobre la hierba. Sonrió al no percibir sonidos pues le emocionaba que fueran tan hábiles. De pronto sintió una espada acercarse velozmente y la detuvo, pero otra lastimó su brazo y giró sobre sus pies y detuvo el segundo ataque. Abrió los ojos y lo observó, hermoso con el cabello agitado por el viento, su rostro sonriente y humedecido por el sudor, la respiración agitada y su sonrisa.

No mentiría Taehyung al excitarse con aquella imagen teniendo que desviar la vista hacia el otro hermoso Omega de catorce años que lo veía con una sonrisa preciosa. — Por hoy hemos terminado.

— Estoy de acuerdo Alfa. Dong ve por tus hermanos antes de que se maten.

El Omega sonrió y transformándose en lobo corrió a buscarlos. Tenían ocho meses viajando por las aldeas y ya estaban regresando a casa, según los reportes de Jeon todo estaba bien con los Lee y Park había enviado un ultimátum a Minho quien le había enviado la cabeza de uno de los mensajeros en respuesta. Eso le fascinó a Taehyung y a Jungkook pues mostraba la furia de los Lee ante las acciones traicioneras de Park.

Se sorprendió cuando sus hijos crecieron a esa velocidad, habían despertado como adolescentes de catorce años, aunque Dongpyo se veía más joven, pero tenía un ingenio demasiado travieso y prematuro. Según él su crecimiento se debía a la gema lunar pues ellos fueron concebidos durante un brillo lunar dónde la diosa Luna había iluminado la tierra.

— Falta poco para llegar Hoseok, tenemos que darnos prisa, mi aldea necesita ver a su líder después de tanto tiempo.

— Se van a quedar pasmados cuando vean los fuerte que son los cachorros... Bueno también por lo grande que están. Parezco su hermano pequeño...

— Hoseok siempre te verás más joven, eres una dulce cosita.

Hoseok lo vio con el ceño fruncido y notó las manos de Taehyung en sus caderas, bufó y empezó a quitarse la ropa, Taehyung sonrió. — Que sea rápido o los pequeños nos verán apareándonos.

— Créeme que estoy lo suficientemente duro para que esto no tarde más de media hora...

— Eso es mucho...

— Sabes que cuando empiezo me cuesta contenerme.

Taehyung no lo dejo hablar más y atrapó sus labios besándolo con tanta pasión haciendo que Hoseok se estremeciera, este enredó sus manos en el cabello del alfa y Taehyung lo levantó para que sus piernas rodearan su cintura.

Probó el cuello de su Omega deleitándose con su aroma que lo volvía un demente, mordió su hombro y bajo lentamente a las tetillas dónde tomó su tiempo. Metió su miembro a la entrada lubricada y jadeo, se tensó ante lo estrecho de su Omega empotrándolo contra un árbol donde lo embistió una y otra vez marcándolo como suyo.

Hoseok enterró su uñas en la piel de su esposo mientras esté empujaba dentro de él, sentía que su cuerpo se calentaba más y más con cada roce de sus pieles. Hoseok enterró sus dientes en el hombro de Taehyung cuando se liberó, dos estocadas después Taehyung se liberó dentro de él formando el nudo.

— ¡Aghh! Debiste salir... ¡Demonios es tan grande!

— Sabes que me fascina estar dentro de ti... ¡Mmm! Delicioso.

Ambos estuvieron así durante algún tiempo hasta que el nudo se deshizo. Hoseok observó su reflejo en el agua y vio sus labios enrojecidos, su piel rojiza en las mejillas. Sonrió al sentirse completamente satisfecho, nunca imaginó pasar por un tiempo así, siempre pensó que la Luna lo dejaría hirviendo en el desprecio y maltrato de sus padres.

Si no hubiera nacidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora