Si no hubiera nacido

Tiempos de Traición

— Es idéntico a su padre una vez inicias mal, será como ir contra la marea, así que tienes que dejar de solo verlo y actuar. — Le explicó Yoongi a Jun, pues veía cuánto sufría el joven por aquel Omega.

— Es tan terco y jamás se aparta de su escolta. — Dijo en un tono que parecía ser celos hacia Lien, quien en efecto no se alejaba del Omega y lo seguía para todos lados.

— Tal vez podrías aprovechar cuando está en su habitación, tengo entendido que tu estás en una habitación cercana.

— Pero sería inmoral... — Yoongi le dió un golpe en la cabeza y sonrió.— No seas idiota, ahorita no te sirve la estúpida moral, ese Omega quiere que lo empotres y lo beses hasta dejarlo pasmado... Créeme. — Ese consejo le iba a costar mucho a Yoongi, pues no se había percatado de los oído muy afinados de Siyoung quien estaba a punto de cortarle la cabeza.

Junhyuk asintió y observó los movimientos del Omega, era hermoso con aquella carita inocente, pero con una mirada que te estremecía hasta los huesos. Asintió ante las palabras de Yoongi y se juro que esa noche tomaría al Omega, bueno lo besaría. Junhyuk no sabía que su Omega era demasiado astuto y tenía un enlace con sus hermanos y padres. Dongpyo sonrió y regresó a casa, Tae-hyun lo esperaba viéndolo con el ceño fruncido.

— Yo me encargaré del perro pulgoso. ¡No te metas, Hyun!

— Ese Min no le teme a la muerte... ¿Como se atreve a dar semejantes consejos? ¿Acaso eres un puto?

Dongpyo sabía que Yoongi no había hecho eso con mala intención, pero le molestaba la forma en que hablaba refiriéndose a su padre. Sonrió malicioso, pues él quería jugar un poco con Jun. Sintió un brazo rodeando su cuello y vio la sonrisa hermosa de su padre Omega.

— Tengo un gran plan para darle su merecido a Yoongi por entrometido, ese fantasmin va a aprender a comportarse.

— Creo que estamos conectados padre... Y tú no te metas Hyun y dile lo mismo Siyoung.

— No me meteré, cuando ustedes dos se unen es mejor quedarse fuera antes de recibir daños colaterales.

Dijo Tae-hyun, Siyoung entró con su padre Alfa y observó el rostro de Dongpyo y su papá, negó con la cabeza pues el tiempo que tenían compartiendo con ellos sabían que eran pura dinamita. — Solo les pido que no dejen mutilado a Yoongi, es un buen Alfa en el combate y no quiero prescindir de él.

— ¡Aish! Alfa no le quites el sabor a la vida, tampoco es que lo vaya a despedazar. Ahora invita a Yoongi a cenar... Que traiga a la lunática.

El plan dio inicio, Dongpyo se vistió con sus mejores galas quería que Junhyuk lo viera y lo deseara más. Hoseok vio a los dos alfas hablando, podía deducir lo que planeaban pues ellos eran demasiado evidentes viendo a Dongpyo. Se acercó a Saiko y está hasta que tembló cuando lo sintió cerca, aún recordaba los recientes accidentes con el Omega líder que actuaba como niño de kinder.

— No tiembles... Ni que fuera el Coco.

— Créeme ni el coco me causa tanto repelus como tú. — Hoseok rodó los ojos y le dio una palmadita en el hombro. Luego se acercó a su esposo, a quien le mordió el brazo, este lo vio con una mirada asesina.

— ¿Quieres que suspenda está mierda y te lleve a follar a la habitación?

— Suena tentador, perro calenturiento, pero voy a gozar está cena.

Todos pasaron a la mesa, Dongpyo se sentó junto a Yoongi quien no tomó importancia de la cercanía del pequeño omega. La cena transcurrió normalmente, pero Yoongi notó que el omega le sonreía y le servía, un gruñido se escuchó de parte de Junhyuk, pero nadie le hizo caso. Saiko estaba con ganas de rasgarle la cara al jovencito, sin embargo uno s ojos asesinos la mantenían callada. Dongpyo tomó la mano de Yoongi por debajo de la mesa, este se tensó al sentir como depositaba un papel doblado en su mano, le sonrió y luego se levantó de su sitio. Yoongi abrió el papelito y observó la nota con un corazón.