Temores

756 104 30
                                    

Hoseok gemía sintiendo el miembro de Taehyung dentro de él, se empalaba sosteniéndose de los hombros de su Alfa, quien jamás había permitido que un Omega lo montara, pues él era el que dominaba todo de la relación sexual. Sin embargo, desde que había tomado a Hoseok, había deseado verlo excitado sobre él, empalándose con aquel rostro perlado por el sudor, labios entreabiertos y ojos perdidos en la lujuria.

Las manos de Taehyung se aferraban a las caderas de Hoseok, sus uñas rasgaban su piel y jadeaba perdido en las sensaciones placenteras que le hacía sentir su Omega. Quería grabar en sus manos y su mente la suavidad de su piel y su aroma a canela y vainilla, las manos del Alfa viajaban por toda la espalda del Omega, delineaba sus músculos en la espalda y abdomen, recorrió toda esa piel suave hasta llegar a sus tetillas duras y las atrapó en sus dientes haciendo gemir a su esposo.

— ¡Mi Sol, eres asombroso!

— ¡Ahhh Perro pulgoso! Demasiado grande... ¡Mghh!

Taehyung le dio una palmada en el trasero, haciendo que su Omega gritara y enterrara sus uñas en el hombro del Alfa. Ambos disfrutaban la ultima noche antes de partir a la guerra y Hoseok quería que su Alfa recordara lo que le esperaba en la aldea y regresara a sus brazos. Taehyung lo tumbó con fuerza llevando sus piernas a sus hombros y luego inclinándose hasta que atrapó los labios de Hoseok deleitándose en el sabor de su saliva. Hoseok se estremeció cuando  el falo de su esposo llegó tan profundo tocando su punto excitación más alto.

Las embestidas fueron más descontroladas pues las descargas de energía por el orgasmo, Hoseok se liberó manchando sus abdómenes y luego Taehyung soltó su semen dentro de Hoseok sin dejar de embestirlo una y otra vez, besó sus labios con suavidad sin la furia de los que le daba cuando hacían el amor, su cuello poniendo especial atención en su marca que lo hacía suyo.

Hoseok acarició su cabello bajó hasta su ancha espalda descendiendo por aquellos músculos tan firmes llegando a su trasero, apretó los glúteos del Alfa haciéndolo gemir y soltar una risita divertida al ver el comportamiento descarado de su Omega quien atrapó sus labios para morderlos. Cuando se sintieron satisfechos se abrazaron sin importar sus esencias mezcladas, ambos se sentían feliz en los brazos del otro.

— No sabes cuan feliz me haces, Sol.

— Tú también me haces feliz, espero que no lo olvides y regreses pronto. Prométeme que no harás nada demasiado impulsivo, quiero que regreses sano...

— Sabes que regresaré aunque tenga que regresar del otro mundo volveré a ti mi Omega, mi Sol.

— Eres la única Luna que amo y necesito en mi vida Tae... Mi hermoso y pulgoso Alfa.

Taehyung empezó a reír y lo abrazó, ambos durmieron en esa posición. Hoseok sabía que su esposo se enfadaría cuando lo viera peleando contra Park, pero confiaba en el Sol y la vieja frígida, es decir la Luna. Ambos tuvieron un hermoso sueño, el cual acabó cuando el amanecer los encontró en la misma posición. Hoseok se levantó y despertó a Taehyung para darse un baño juntos, el Alfa no se quejó y se dejó consentir de su Omega. Taehyung estaba tan embobado, que no le pareció extraña la actitud sumisa de su Omega, su besos delicados o su tranquilidad al quedarse en la aldea mientras él y sus hijos iban a la guerra.

Taehyung solo se dejó llevar por el hechizo de la luz de su Omega quien sabía muy bien como domar a su Alfa. Bajaron para desayunar y Dongpyo negó ante la inocencia de su padre, quien estaba tan feliz porque su esposo lo alimentaba. Hyun sonrió como idiota al ver la forma en que su papá tenía en sus manos a su padre, vio a Beomgyu y le hizo de señas que observara a su papá Omega para que él se comportara así, pero Beomgyu le sacó el dedo medio.

Siyoung, por su parte, estaba demasiado nervioso por dejar a su padre Omega ir sin ellos a enfrentar a Park, pero confiaba en su papá y esperaba que todo saliera según los designios de la Luna y el dios Sol.

Si no hubiera nacidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora