Tiempos de amor y amistad

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—¿Papá, todo bien?

Preguntó Siyoung a Hoseok, quien veía a Jimin y Jungkook cabalgar uno al lado del otro, le parecía hermosa esa relación, por lo que le había contado Jimin se habían enamorado desde niños y aunque Jungkook no fuese mayor, siempre cuidó de él. — Solo admiró el paisaje. Estaré con Jimin.

Siyoung asintió y se acercó a su hermano y al escolta de su padre, ambos conversaban de todo un poco, sabía que su hermano estaba enamorado del beta, pero no sabía las intenciones de Beomgyu, después de todo ellos eran unos cachorros. Hoseok se acercó a la pareja colcándose junto a Jimin, este le sonrió y empezó a hablar del bonito paisaje. Habían salido de la aldea hace dos horas y estaban cerca de la costa donde Hyde los llevaría al punto de encuentro, era un trecho por mar y luego a caballo, Hyde tenía dos embarcaciones que le permitían ser el dueño del mar de Japón.

Hoseok recordó la mirada de su Alfa, este estaba renuente a dejarlo ir, pero era necesario, pues debían buscar la forma de acabar con Park. — Minguk — dijo dirigiéndose a la pareja, quienes rieron ante el apodo que les había dado su amigo Taehyung. — ¿Podrían contarme su historia?

—Kook la cuenta bonito.

Jungkook asintió y se remontó a años en el pasado, cuando solo tenía seis años y Jimin ocho.

Narra Jungkook

Era un cachorro de seis años cuando fui por primera vez a la aldea de los Park, muy reconocida por los Alfas imponentes provistos de una fuerza avasalladora. Mi hermano mayor, Eun Woo y mi padre estaban reunidos con los generales, pues el líder quería atacar a una aldea enemiga. Decir que todo fue bonito, no fue así, pues la primera vez que vi a Jimin estaba siendo brutalmente golpeado por su padre. Tenía ocho años y, según uno de los sirvientes, lo reprendía por no poder preparar el té.

Su padre Omega lo cargó en sus brazos y lo llevó a su habitación, sin embargo, yo era muy insistente y terco. Subí sin que nadie se diera cuenta a la habitación con todo lo necesario para hacer el té y para ayudar a curar las heridas del niño bonito. Sin embargo, cuando entré el niño dormía y yo le dejé un poco de té y escribí la receta en una hoja de papel.

Volví a encontrarme con él dos años después, era amigo de Taehyung y fuimos llevados a la primera reunión de Alfas de las principales manadas, sin saber que sería la única. Jimin jugaba con un gato cálico y yo me acerqué a él, inmediatamente sentí su dulce aroma y decidí que sería mi Omega. Jugamos junto a Taehyung toda la tarde y al anochecer me escabullí hasta su habitación con unas flores.

Jimin se asustó cuando me vio entrar por la ventana y se acercó a mi dudoso y con sus preciosas mejillas sonrojadas. —No debes estar aquí Kookie...

— Es que quería pedirte que seas mi omega Jimin-ssi.

— ¿Yo? Pero soy muy torpe y estoy gordito. - Creo que era demasiado precoz en ese momento y le dio un beso en los labios regordetes y le dije algo que me había dicho Yoongi para alegrar a los Omegas.

—No te preocupes, eres perfecto para mi... Si me pidiese encontrar un defecto en ti no podría, pues eres deslumbrante, además los Alfas necesitamos muchos trasero para agarrarse por las noches. — Eso último fue idea de Yoongi. Vi las mejillas rojas de Jimin y asintió a mi petición, tomé sus manos y le di las flores. — Ahora eres mío y yo no comparto lo mío.

—Ya sé Kookie. Lo que es tuyo es solo tuyo.

Al día siguientes pasamos juntos la mañana, Taehyung estaba peleando con los otros Alfas. Los años siguientes estuve visitando a Jimin seguido, pues mi padre era un general de Park, estuve con él siempre que podía, pero cuando él cumplió los trece, vi algo que odié completamente, Park veía Jimin de pies a cabeza, era un Omega precioso y con una figura envidiable, entonces decidí que debía llevarlo conmigo. Un día antes de que la guerra estallara me encontré con él a escondidas.

Si no hubiera nacidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora