CAPITULO 1: ¿Qué abre hecho mal?, un primer amigo.

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Narrador: tras encontrar la misteriosa arma jamás vista por los demás, el pequeño rubio consiguió su primer maestro y amigo, entusiasmado al saber que va entrenar para poder alcanzar el poder de muchas diversas técnicas especiales que poseen los gigantes de la luz, aunque tiga no le dio más información acerca de su verdadera forma, con una sonrisa respeto eso.

Naruto, sí que posees mucho entusiasmo –comento la pequeña luz al pequeño-

¿Qué esperaba? Por primera vez encuentro a un ser que me entrenara, para estar cerca de ser el mejor ninja de todos dattebayo –sonriéndole por decirle su respuesta, deteniéndose-

Bueno, primero que nada, debes correr –le contesta detenido delante de naruto-

El pequeño mira a su primer maestro, en vez de contestarle o negarse en total por ser demasiado tarde, mira el cielo que está por encima de la punta de la montaña y ahora a la pequeña esencia de luz flotante.

Así lo hare tiga-sensei –respondiendo con una sonrisa sincera-

Haciendo caso al instante, comenzando a correr en el interior de la gran montaña, sin preocuparse de chocar con alguna pared cerca, ya que su maestro esta iluminando el lugar observando al pequeño, siguiendo corriendo por todas partes varias veces, comenzando a sudar y cansarse su maestro se da cuenta de ello al verlo traspirar pesadamente, al verlo recordó cuando él estuvo casi en la misma situación, el de no recibir ayuda por los demás sin apoyo alguno de otro, ni unas palabras de aliento para poder salir de cualquier problema de la vida.

Ese es la buena actitud naruto –flotando le dice lo que jamás había escuchado-

Deteniéndose en ese mismo instante tras correr por 2 horas, cayendo de rodillas cayendo gota a gota de su frente y brazos, tiga noto este primer esfuerzo alegrándose sin dudar alguna, el humano que lo había encontrado era más que digno de tener las técnicas de los guerreros ultras que son conocidos por ser grandes guerreros.

No...no me rindo yo traeré el cambio a la aldea de konoha –alzando su puño en alto lleno de determinación en sus propias palabras-

Te aseguro que estaré a tu lado hasta que logres alcanzar esa meta –aseguro la luz a su pequeño alumno-

Pasando 7 días más en los que el pequeño rubio seguía corriendo en la misma montaña, después de comer en el puesto de ramen de ese amable señor de nombre teuchi, ahora si le pagaba, pues tiga poseía plata escondida detrás de la pared dándoselo a naruto, su entrenamiento por ahora era físico pues tiga sabía que para que su pequeño alumno consiguiese el dominio de las primeras técnicas que le enseñara, debe de tener una mejor condición física, no importa si aún es un niño, él estaba poniendo todo su empeño.

Había pasado otros 7 días más en los que no solo corría, también hacia lagartijas y planchas, en su entrenamiento se detuvo al lastimarse en su pierna derecha al haberse golpeado con la pared, la pequeña luz despertó de sus recuerdos de su pasado que le trae malos y buenos momentos.

n-no tranquilo tiga-sensei esto no es nada –esforzándose sonriendo trata de ponerse de pie-

De su herida le sale sangre, su maestro niega lo más obvio de su pequeño alumno, este se encontraba lastimado, acercándose para revelar unas de las tantas técnicas de los ultras, brillando la pequeña luz después de posarse encima de la herida de la pierna del pequeño naruto, de la pequeña luz sale pequeñas partículas de luz curando la herida en solo segundos.

¿Te encuentras mejor? –pregunta la pequeña luz preocupado-

Mucho mejor, como si nada me hubiese pasado tiga-sensei –regalándole una sonrisa de afirmación con el pulgar en alto- tiga-sensei me va enseñar esa técnica ¿verdad? –Pregunto asombrado con los ojos brillosos azules-

no cambiare este es mi camino de logro y cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora