capitulo 3: he pasado la prueba.

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Narrador: tras la partida del pequeño demonio de konoha, muchos no les importo pues era una molestia menos, aunque no tuviesen a quien perseguir, seguían con sus vidas ordinarias, sin imaginar que el pequeño que tanto había sido maltratado por ellos, regresaría para la prueba de la academia ninja.

A lo lejos se alcanza a ver dos sombras que se siguen acercando en el medio del atardecer, están llegando a esa dichosa aldea, en la que paso cosas feo el niño rubio, solo por tener a un ser de gran poder sellado en su interior, está volviendo después de un arduo entrenamiento de parte de su maestro que ahora era su padre, con cada paso puede alcanzar a ver la aldea de konoha, al llegar puede notar a esos dos durmiendo como siempre.

Parece que no han cambiado, así no me extraña que no hayan tenido ataques en la aldea –pensó el peli-rubio, al verlos-

Pero que par perezosos son, como aún conservan su trabajo –menciono en un susurro-

Ni idea padre –respondiendo de la misma forma-

Adentrándose en la aldea, yéndose para el bosque, para instalarse por esta noche, ya que mañana mismo su hijo mostraría de lo que es capaz, llegando en unos minutos, sacando un pergamino de almacenamiento lo coloca en el suelo, haciendo unas posees con las manos, saliendo una gran casa completamente equipada, entrando para poder descansar de su largo viaje.

Mañana será un gran día –se dijo a sí mismo, ya recostado en su cama-

Descansa naruto –cerrando la puerta, se va a su habitación-

Pasando las horas, ya siendo de día, se destapa saliendo de la cama, teniendo la frazada en orden, estirándose bostezando, para sacar el sueño para poder iniciar el nuevo día, tocando la perilla de la puerta la gira, abriendo su puerta, la cierra tras salir de su habitación, bajando las escaleras adentrándose en el comedor, encontrando a su padre ya sentado, que ya termino de preparar el desayuno, un rico café, panes con huevo frito, tostadas con plátano frito, y jugo de naranja.

Huele delicioso –le dijo a su padre, sentándose en el asiento- hoy será el día padre.

Si lo sé –tomando una tostada en la mano- anda come, necesitas de energía.

Comenzando a comer con una sonrisa en su rostro, dentro del sigue feliz, el kyubi desde ese día en el que una pequeña luz, le había hecho frente, pudo notar que su contenedor no es como los demás, es alguien que a temprana edad a sufrido dolores tanto como físico y mental, era un milagro que no desee venganza en todos los demás, ya acabando de comer, sale de su casa.

De un salto se eleva, cayendo en una rama del árbol, yéndose de rama en rama de cada árbol, llegando a la casa, alguien que se había ido a hacer su investigación para su novela.

Ya he llegado tiga –dijo jiraya-

Ya veo. Bueno si te vas nos veremos, pero si te quedas pasa a la casa. Me da igual –sonriendo se va de regreso a su casa-

Vaya actitud, y este es el padre del gaki. Aunque me alegro él ha hecho más de lo que nadie ha podido hacer por el gaki –admitiéndolo se va adentro de la casa-

Mientras naruto ya está alejándose de la casa, de un salto con giro cae de pie, al frente de muchos los aldeanos y los demás de konoha, que al verlo abren los ojos al notar la presencia del niño demonio, a simple vista su mirada no mostraba felicidad, mostraba una seriedad y el cuerpo más formado para tan corta edad, caminando entre las malas miradas que siempre le solían mirar, pero de repente escucho el grito de auxilio de alguien en un callejón.

Se acerca rápidamente corriendo, al llegar al callejón, nota como 5 bravucones le habían golpeado a una ancianita, robándole la cartera, notando al niño, sonriendo, ellos también lo odiaban por lo del ataque del zorro de las nueve colas.

no cambiare este es mi camino de logro y cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora