Mi Destino es un Jade

Instinto

- Mmm... ngh... L-Lan Zhan, para... — Dijo Wei Ying mientras intentaba separarse de los labios de Lan Zhan.

Lan Zhan lo ignoró así que finalmente Wei Ying no pudo resistirse más y colapsó dejándose caer en los brazos del segundo jade.

Cuando levantó su mirada pudo ver que los dorados ojos del alfa que lo sostenía brillaban con deseo, su piel parecía porcelana bajo la luz de la luna mientras usaba ese impecable traje blanco, su peinado estaba desordenado y los mechones que tocaban su rostro se sentían tan suaves, la cinta con bordados de nube estaba ligeramente inclinada y sus orejas se tornaron de un rojo brillante, era una vista maravillosa.

- Por qué eres tan... — Lan Zhan no terminó lo que estaba diciendo y continuó besando a Wei Ying mientras lo sujetaba con fuerza.

Las manos del jade se deslizaron dentro de su ropa acariciando lugares impensables, cada lugar que tocaba parecía arder. Wei Ying seguía el juego pero cuando su mano agarró su trasero sintió una corriente recorrer su espalda.

- ¡No! ¡Detente! — Gritó Wei Ying asustado y confundido, todo lo que estaba sintiendo era nuevo para él y no sabía si podría con ello. - ¡Soy un beta! No puedes hacer esto conmigo.

- ...Si eres un beta... ¿Cómo explicas esto?

Lan Zhan sacó su mano y le mostró a Wei Ying el líquido viscoso que provenía de su trasero.

- ¿Ves? — Dijo Lan Zhan mientras una ligera sonrisa se dibujaba en su rostro.

Wei Ying estaba tan sorprendido y avergonzado, ¿Qué rayos estaba pasando con su cuerpo? Y porque Lan Zhan lo ponía en ese estado.

- No... no lo entiendo... — La voz de Wei Ying se quebró y lágrimas comenzaron a llenar sus ojos.

Cuando Lan Zhan vio la expresión de Wei Ying limpió sus lágrimas delicadamente y lo abrazó llenándolo con sus feromonas. Aún sin entenderlo Wei Ying correspondió a su abrazo casi por instinto y su cuerpo sintió alivio.

- Tú... eres mi omega, Wei Ying. — Murmuró Lan Zhan en su oído.

- ... sí.

Continuará.

Nota: Mi imaginación voló escribiendo este capítulo, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.