Sentimientos

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Aquella noche Tae no durmió; primero por que sus hyungs preguntaron que había sucedido o como había logrado aquel cambio en el castaño. Tuvo que contar sobre aquel besito que se habían dado y que fue interrumpido por la llegada de los chicos. Ellos se emocionaron e icluso lograron que Tae les confesara lo que sentía por el castaño; Tae ya había caído rendido ante los hermosos encantos del castaño, era tan solo una semana de conocerse, lo aceptó no solo le atrae y le gusta fisicamente, sus sentimientos son más hermosos y eso le encanta. A pesar de parecer un joven con una coraza gruesa, en realidad es la persona más linda y tierna que pudo haber conocido en toda su vida.

Por esa razón al día siguiente de lo acontecido el decidió enfrentar al lindo castaño de su guardaespaldas, por eso apenas y el castaño llegó ambos se sonrojaron.  Y luego de un largo silencio viendose a los ojos, Tae juraría que aquellos ojos azabaches de su guardaespaldas albergaban millones de estrellas en sus préciosos ojos parecidos al Onix negro.

Tae había pérdido ante sus impulsos y sin pensarlo mucho volvió a besar al menor, haciendo que millones de sentimientos explotasen dentro de el castaño. Por su parte Kook al corresponder el beso que jamás penso le encantaría, abrazó a su azabache jefe por el cuello para así profundizar el beso logrando que Kim confirme una vez más que miles de sentimientos bonitos nacieron en sus corazón.

Y de aquello ya había pasado más de tres meses. Ambos habían conversado y decidieron conocerse primero, los días libres de Tae y Kook la pasaban juntos ya sea en el departamento de Tae o en la casa de Kook.

La madre de Kook, había quedado encantada con Kim y Tae con ella, era una mujer realmente fuerte y hermosa al igual que su conejito. Tae amaba pasar en la casa Jeon, era un lugar muy hermoso, el calor a hogar se sentía a miles de kilometros y la humildad que la familia tenía era enorme, ellos jamás harían sentir menos a otra persona, para ellos todos son iguales y merecen respeto. Hace un mes Tae le había pedido a su tierno conejito ser su novio y Kookie había aceptado, pues confiaba plenamente el Tae, claro que le hizo un pequeño pedido, "Tae, solo no rompas mi corazón", ese había sido su pedido. Obviamente Tae le aseguro que no lo haría jamás y realmente pensaba cumplirlo, por que el ya había caído enamorado por aquella sonrisa hermosa cual conejito, por aquellos azabaches ojitos que brillan más que el mismo cielo, por la persona hermosa que era Kookie. Los chicos se habían emocionado en demasía por su relación, los mayores sabían que Kook en la vida de Tae, sería ese complemento que te hace mejor persona. JiMin sabía que gracias a Kook, Tae aceptaría sus origen humilde y de campo, por fin acéptaria que ser alguien que vino desde abajo no es malo y así al fín se de cuenta que su trabajo se lo había ganado por esfuerzo y no por la apariencia de parecer que venía de una familia adinerada. Tae sabía que cada día se enamoraba más y más por el castañito, sabía que sus sentimientos eran correspondidos al ver como cada día el castaño eliminaba un muro más y se deja ver como verdaderamente es lindo, amable, tierno y fiel, lo quería demasiado y no quería dejarlo jamás, no quería lastimarlo y por ahora todo estaba bien y tranquilo. Y la sasaeng, bueno de ella no se a sabido nada desde aquel día, pero aún así Kook, no bajaba la guardía.

Por su parte  Kook tambien estaba muy feliz al estar con el pelinegro, sabía que los sentimientos que tenía hacia Tae eran puros, lo quería demasiado e incluso aunque parezca apresurado el podía sentir que lo amaba. Lo único que le entristecía es que Tae no quería que nadie sepa de su relación, claro que lo entendió cuando Tae le dijo que era por su bien y para que nada malo le pase y que cuando llegue el momento adecuado lo gritaría a los cuatro vientos; pero hace unos días atrás los padres de Tae llegaron de visita, pero jamás en los tres días que pasaron en Seúl los vió quedarse en el apartamento de Tae y cada que se reunían era siempre en la noche en la casa de su primo Jin, raro, se le hizo demasíado raro por lo que preguntó la razón por su actuar pues con sus padres Tae hablaba incluso en satoori cuando estaban dentro de la casa, pero algo no cuadro cuando decidieron salir a comprar todos y comer en un puesto callejero, un resportero lo había reconocido y se acercó; Tae negó conocer a sus propios padres. Por lo que molésto por esa actitud, Kook le reclamó una vez llegarón de regreso a casa de Jin, le había dicho que eso no estaba bien y que jamás debía de avergonzarce de ser una persona con origenes humildes, por ser hijo de padres trabajadores, por ser un "campecino".

Mi humilde guardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora