¿Te averguenzo?

1.1K 96 10
                                    


Tae empezó a besar y succionar el cuello del castaño dejando marcas y ¡rayos! le encataba ver el cuello del castaño con las marcas que el le hacías, pues así reclamaba al castaño como suyo, sus manos paseaban por todo el cuerpo del castaño y ¡carajo! su abdomen era una piedra y tal vez, solo tal vez se lo había imaginado semidesnudo y su abdomen con un sixpack, pero jamás pensó en que tendría un eightpack. Poco a poco la ropa empezó a desaparecer, ambos quedando desnudos, los ojos del pelinegro recorrían cada parte del cuerpo del castaño. La luz de la luna lo hacía ver como alguien etéreo.

- Eres lo más hermoso de mi vida, simplemente eres arte.- besó desde su mandibula, pasando por el cuello y pecho, luego succionó sobre aquel duro abdomen y finalmente llegó a la gran ereccion del castaño besandole y así empezando la felación, Kook gemía mientras se mordía su labio inferior. Pero el placer ganó y el castaño empezó a gemir fuerte mientra sus manos se enterraban en el cabello negro de su novio, sus caderas se movian embistiendo la boca del pelinegro, pues su falo era chupado, lamido, succionado, mordido y besado de manera exquisita. Tae por su parte sentía que su pene explotaría, dede ahora en adelante los gemidos de su bebé seran su melodía favorita, claro durante el sexo, por que antes de aquello la voz y las risas de su conejito son las ganadoras.

- ¡T-tae! voy a ..- y no pudo completar la frase, llegó al climax y vació todo en la boca de su novio.

- Sabes muy rico amor.- le dijo el pelinegro.

- Ahora es mi turno.- y de un rápido movimiento se coloco entre las piernas de su pelinegro novi, empezó a succiónar la grán erección de este, metió a su boca lo que pudo, pues el falo era demasiado grande, grueso y muy venoso; y lo que sobraba lo masajeaba con una de sus manos.

Tae solo jadeaba y gruñia, ¡vaya! habilidad tenia su novio con la boca, embestia duramente la boca de Kook y la habitación se llenó del sonido chicloso de la felación que hacia Kook.

Tae se sintió en el paraiso y estuvo a punto de correrse pero Kook apenas y lo noto lo sacó de su boca y en movimientos rápidos se subió en Tae.- Quiero, que te corras dentro de mi.- le dijo y poco a poco se autopenetró, a Tae casi se le sale el corazón, pero le encantó que su castañito haya hecho aquel acto tan descarado y sexy. Kook empezó a dar pequeños y ritmicos saltitos gimiendo en el proceso al igual que Tae.

Duraron un buen rato así, Tae ayudaba a Kook agarrandole de la cadera y así ayudanle a impulsarse hacia arriba haciendo que la penetración sea más profunda. Kook se corrió por segunda vez en el abdomen marcado de Tae y el pelinegro dentro del castaño.

- Te amo conejito.- dijo mientras abrazaba a Kook.

- Te amo más.- respondió con la voz adormecida, se estaba quedando dormido.

Esa noche ambos durmieron plácidamente, sin saber que hablar sin pensar o sabiendo lo que se dice pero dejandose ganar por el temor puede que lo más puro termine.

.
.
.
.
.

Dos días habían pasado y la pareja estaba más unida que nunca, se veían mucho más cariñosos, claro siendo que esten a solas y en el departamemto de Tae. Eso era un tema que al castaño le molestaba a sobremanera, trataba mucho de entender a su novio y no encontraba razón para ocultarse; ambos se aman, ambos son honestos abierta y públicamente sobre su orientación sexual, ambos son apoyados en el tema y aún no comprende el por que esconderse. Bueno tenía una ligerita idea del por que, pero el en verdad quería equivocarse y que lo que pensaba no sea cierto, esperaba de corazón y su novio no se averguence de el o de su relación.

- ¡Maldita sea!.- exclamó el pelinegro, sacndo al castaño de sus pensamientos.

- ¿Que es lo que sucede amor?.- preguntó el castaño, acercandose al sofá donde el contrario estaba recostado.

Mi humilde guardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora