Im Jaebeom y Wang Jiaer, híbridos pertenecientes a diferentes especies y razas que por años han mantenido un fuerte disputa entre sí pero que ha sido borrada de la historia como si ambas especies no existirán.
¿Podrán ser los futuros creadores de u...
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Wang Leegik, el hijo ejemplar de la familia. Siempre fue un niño estudioso, responsable, sumamente atlético e inteligente, sumándole más puntos el hecho de que se dio a conocer como alfa y es el mayor de los hermanos, era de esperarse que al se le cediera el mandato, ya que siempre fue de buena conducta en todos los aspectos, era envidiable sin dudas. Todo un orgullo para sus padres y familiares.
Claramente no sería raro que este mismo anhelara tener el puesto después de todo, pero nunca fue así, para el era algo superficial y no se veía a sí mismo contribuyendo a su nación, para su suerte fue obligado desde muy pequeño a servir como mano derecha a su progenitor en el mandato. Por un tiempo creyó que sólo eso sería su puesto, pero de un determinado tiempo para aca terminó cómo máxima autoridad. En obvio desacuerdo busco mil un maneras y excusas para negar el cargo pero no funcionó, hasta que encontró una, casarse. Egoísta ¿no es así? Utilizar a una persona que no amaba en su totalidad solo para dejar esa responsabilidad, sin dudas era algo deplorable pero tambien la opcion más factible, no quería llegar a esos extremos pero termino haciéndolo. Justo como lo planeó inmediatamente se autorizo su salida del mando, dejándolo con un problema a un más grande. Elegir su sucesor...
Su mandato fue digno de admirar, nunca hubieron problemas y todo fluyó demasiado bien, más que bien. Por ello su familia desistia de la idea de querer salir del mando, incluso los demás líderes estaban en contra de su salida. Fue grande la sorpresa que se llevaron todos cuando contó de sus planes sobre el próximo sucesor del cargo. Claramente unos se rieron de dicho plan y le obligaron a continuar en el cargo en el lapso que aún no se hiciera oficial su matrimonio, otros le juraron lealtad y se mantuvieron a su lado en toda adversidad. Si bien, nunca quiso el cargó, juró seguir, hasta que fuera el momento adecuado de poner en marcha su plan...
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Todo había pasado tan rápido, aún estaba atónito por lo sucedido. Su omega no paraba de llorar por haber dejado a su alfa mal herido, pero su parte racional sabía que estaba en buenas manos, ambas partes dentro de él estaba tan dispersas de sí mismo que no lograba congeniar con alguna en sí.
Solo camino por caso omiso a la par de los militares que lo escoltaban. A su lado estaba Amber, fue una gran amiga suya de la infancia hasta que le prohibieron acercarsele, ya hace tiempo que había perdido contacto con ella. Le parecía extraño volver a verla de nuevo trabajando para su familia después de prácticamente haber sido desterrada del territorio y de la raza canina, su padre se había encargado de crearle una imagen como el hibrido más desagradable del territorio, para después correrla de la forma más deplorable de imaginar, aunque claro que su progenitor creía fervientemente que Jackson pensaba que Amber había renunciado por su cuenta, si bien el no sabía todo a detalle pero si conocía gran parte de lo que pasó, por lo que prefirió guardar silencio y actuar incrédulo para que pensaran que el no sabía nada y no hacer más grande el problema, por esto mismo, rogaba que su padre no estuviera involucrado en ello. Fue más su sorpresa al ver a su hermano mayor esperándolo afuera del territorio felino.
