Im Jaebeom y Wang Jiaer, híbridos pertenecientes a diferentes especies y razas que por años han mantenido un fuerte disputa entre sí pero que ha sido borrada de la historia como si ambas especies no existirán.
¿Podrán ser los futuros creadores de u...
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Habían pasado escasos minutos desde que el felino se había retirado del hogar dejando a su omega con su hermano mayor al cuidado. No era por exagerar pero en verdad le preocupaba que algo le pasará, por éso tanta insistencia de que le cuidarán ya que también sabía que tenía que ausentarse por al menos unos días para volver a verlo porque así no levantaría sospechas y su progenitor no haría alguna estupidez como es el vigilarlo por su comportamiento extraño como habia sucedido en el pasado.
Tal vez era su mismo instinto de sobreprotección al ser enlazado con el menor que eso ocasionaba el no confiar ni siquiera en el hermano mayor de su omega para dejarlo a solas con el o talvez y solamente talvez algo si estaba mal, anhelaba que fuera más la primera opción.
Se aseguró de no levantar ninguna sospecha al pasar por la frontera y el camino peligroso en la que esta se había convertido por los múltiples crímenes cometidos en esta misma. Pudo llegar bien a su ya conocida casa sin ningún problema, gracias a la ayuda de algunos híbridos que estaban más que enterados de la situación y mismos a los que le tenían suma confianza para así poder entrar sin problema alguno.
No le extraño en lo absoluto que la luces de su hogar estuvieran apagadas dejando totalmente a oscuras todo el camino a su habitación por lo que decidió no encenderlas y caminar conforme lo guiara su instinto para solo dedicarse a descansar pero inmediatamente que puso un pie en el interior las luces de la entrada había sido encendidas, revelando el rostro de la persona sentada en la sala en espera de su llegada, ocasionando que gritara del susto.
— Se puede saber donde estuviste Im Jaebeom.
— Ah, jinie, solo eras tú– Contestó tratando de controlar su respiración.
— No me has respondido.
— No creo que sea necesario. – Contestó ya irritado.
— ¿Que es lo que te pasa Jaebeom?
— A que te refieres
— Desapareces por días por quien sabe dónde porque nadie sabe a donde vas a "vacacionar" o a descansar y ni siquiera has estado en contacto conmigo como antes.
— ¿Qué hay de malo con eso? Creí que eso era lo que querías.
— No uses mis palabras en mi contra Jae.
— ¡Oh vamos! Primero quieres que me aleje y ahora te quejas cuando lo hago.— Exclamo enmarcando su mandíbula señal de que el enojo estaba apoderándose de su ser.
