Im Jaebeom y Wang Jiaer, híbridos pertenecientes a diferentes especies y razas que por años han mantenido un fuerte disputa entre sí pero que ha sido borrada de la historia como si ambas especies no existirán.
¿Podrán ser los futuros creadores de u...
La luz de sol entraba por las ventanas avisando que había amanecido. Los pequeños rayos daban directo al rostro del somnoliento omega, causando que despertará pero que trato de tapar con su mano para poder pensar con claridad. Trato de removerse pero cuando lo hizo inmediatamente sentío un enorme peso cubrir la mitad de su cuerpo, haciéndolo caer en cuenta que no se encontraba sólo, al voltear su rostro pudo comprobar de quien estaba a su lado.
Su ahora alfa, lo tenía abrazado en un firme agarre, dormía con tanta tranquilidad y serenidad, que lo hizo pensar que todo era irreal, podría casi jurarlo de no haber sido por las enormes punzadas provenientes de su cadera y cuello. Así fue como recordó todo lo que había pasado y lo que habían hecho, eso hizo que un evidente sonrojo invadiera todo su rostro por lo que se removió, así logrando safarse del agarre.
Se levantó de la cama y como pudo camino lo mejor posible hacia su clóset , en donde tenía un espejo de cuerpo completo. Anhelaba ver su marca, cuando al fin llegó pudo percatarse que aún seguía desnudo y que todo su cuerpo estaba lleno de ligeras marcas rojizas, su cadera tenía apenas visibles las marcas de los dedos de su alfa pero que sin duda aún podían apreciarse con claridad , al igual que sus muñecas, sus muslos en la parte interna tenían el doble de marcas que su torso.
Empezó a recorrer todo su cuerpo con la yema de sus dedos, pasándolos por todos los lugares que habían sidos tocados y marcados por su pareja, logrando recordar todos aquellos quejidos, gemidos y gritos de placer que gobernaron por toda la noche en esa habitación. Su mirada al fin se posó a su cuello, el lugar que se había vuelto su debilidad desde que conoció a Jaebeom y mismo que ahora llevaba una marca perteneciente a él, misma prueba de que su amor eterno y sincero se había sellado y obtenido su cometido por lo que ahora solo quedaba cuidar y atesorar.
Por estar perdido en sus pensamientos no notó cuando el mayor lo había tomado de la cintura apegandolo más a él, abranzandolo por detrás para así empezar a repartir pequeños besos donde se encontraba la marca del menor.
— ¿Dormiste bien, pequeño?
— Si, aunque me duele mi cuerpo, fuiste muy duro conmigo anoche...
— Lo siento, no pude evitarlo, me vuelves loco Seunnie. y no puedes decirme que no te gustó por que tu cuerpo decía todo lo contrario. – Habló dedicándole una mirada con lujuria.
— Nunca dije que no me había gustado...
— Pequeño travieso. – Jalo para Voltear al menor y así quedar frente a frente, tomarlo de su estrecha cintura y comenzar un lujurioso beso. Aprovechó y nalgeo al menor, arrancandolo un pequeño quejido que fue retenido en la unión de sus labios. Se separaron por falta de aire y así notó como el cuerpo del menor tenía visiblemente todas la marca rojizas que sólo le pertenecían a él, por lo que lo hizo inflar su pecho de orgullo ya que eso solo significaba que al fin se pertenecían el uno al otro.
Pero el mayor no se quedaba atrás por que gracias al espejo que se encontraba detrás suyo también pudo percatarse de los ligeros rasguños que tenía en todo el cuerpo, en especial tras al darse vuelta pudo ver los rasguños más pronunciados en la parte de su espalda, sin duda había sido un noche inolvidable para ambos.
La enorme tensión que habían creado en esos momentos era indescriptible y lo mejor era que los dos se correspondía ya que atra vez de su enlace podían sentir las emociones del otro, de ahora en adelante todo estaba por cambiar y ¿cómo le harían? Esa era una pregunta que se hacían muy a menudo y misma que por un tiempo los detuvo de sellar su camino al fin, así que eso ya era lo de menos, lo que importaba ahora era su presente y nada más...
La incontable lujuria no cesó y ambos cuerpos volvieron a fundirse con el otro apenas y continuaron las caricias, no tardaron en retumbar en aquella habitación los sonoros sonidos morbosos de ambos cuerpos chocar, los chasquidos de las lenguas luchar y el crujir de la cama al compás, esta siendo el único testigo de aquella unión. Todo era tan nuevo e innovador que no querían que nunca acabará.
Lo miradas coquetas que se dedicaban y su ahora confianza hacían todo tan maravilloso de admirar del uno al otro. Al terminar hubo un momento en el que solo se dedicaron a admirar y apreciar aquel momento tan inolvidable.
Pasaba del medio día, se le hacía tarde para asistir a aquella cena familiar, no tuvo nada más que hacer que levantarse y empezar a arreglar todo para esta tarde.
— ¿Te vas?
— Lo siento Beomie, pero esto es importante.– contestó levantándose de la cama con un evidente dolor por todo su cuerpo y un ligero cansancio.
— Pero... Dijiste que te dolía, por que no mejor cancelas ... puedo cuidarte... por favor... quédate a mi lado. – sonó como una súplica y era parte de ella puesto que no quería lejos a su cachorrito, no más, sabía que exageraba pero solo anhelaba tenerlo más tiempo en sus brazos, ¿por qué? Porque simplemente lo adoraba, quería construir más momentos a su lado, por más egoísta que sonará, en esos momentos solo lo quería para el y si había una forma de que se quedara a su lado lo haría. Sin embargo estaba consciente que su pareja era hijo del líder de su manda, era parte fundamental de la organización de esta misma por lo que tampoco quería interferir demasiado en la responsabilidades del menor.
— Bien, hagamos esto. — Se reintegró alado de su Alfa, quien no dudó en volver a tomarlo con fuerza apegandolo a él. – Esto es importante y ya confirmé que asistiría – Habló mirándolo a los ojos – Iré solo por hoy, ¿esta bien? Pero esta vez no te vayas ¿si? Quédate más tiempo, espérame hasta que llegué, no tardaré mucho.
- Esta bien...
Dispuesto a irse, tomo un cambio de ropa y tomo una pastilla para el dolor, no sin antes echarle un vistazo al mayor que se encontraba aún recostado sobre la cama viendo su celular, que por más tranquilo que se viera a través de su enlace podía sentir tristeza en éste por lo que llamo su atención.
- Make it to me...
- ¿Make it to me? ¿Qué significa? - le dirigió una mirada confusa, prestándole toda su atención.
- Significa "Ven hacia mi", cada vez que me necesites solo di esa palabra atraves de nuestro enlace así como lo acabó de hacer y te responderé de inmediato- Tras al decir esto, el mayor lo miró atónito por que creyó que al principió le había hablado verbalmente pero no fue así, había sido atraves de su enlace por lo que no dudó en intentarlo.
Make it to me...
Aquí estoy...
Una gran oleada de sensaciones invadió todo su cuerpo tras recibir una respuesta inmediata, era extraordinario lo que estaba sintiendo en esos momentos, sin duda alguna estaba con la persona correcta....
