Jeon Jungkook es un policía que se muda a la ciudad de Osan para investigar las repentinas muertes que están ocurriendo por manos de un asesino que se hace llamar "El fantasma de la novia". Lo que Jungkook no imagina es que su paz y pensamientos se...
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Yoongi se quedó dormido en los brazos de Jimin esa noche. Ante los ojos de este, aquel hombre era imposible de entender. Mientras Yoongi dormía profundamente, comenzó a tener pesadillas y a escuchar gritos por todos lados.
En sus pesadillas, veía el rostro de una chica, la cuál pedía ayuda desesperadamente. Veía como su cuerpo sin vida, cubierto de sangre, se encontraba tirado en el suelo. El sudor comenzó a correr por su frente mientras su cabeza se movía de un lado a otro.
Jimin se despertó con los movimientos bruscos y jadeos acelerados de Yoongi. «Yoongi, ¿estás bien?» Preguntó con preocupación mientras trataba de despertarlo.
—Yoongi...
Yoongi se despertó de sobresalto con la respiración acelerada y el cuerpo tembloroso a causa de los nervios.
—Ten, toma un poco de agua —le dio de beber. —¿Qué pasó?
—Solo —respiró con dificultad, —solo fue una pesadilla.
Yoongi volvió a recostarse entre los brazos de Jimin y cerró los ojos con fuerza para tranquilizarse.
—Solo déjame estar aquí. No te vayas, no me dejes solo.
Para Yoongi, los brazos de Jimin se habían convertido en un lugar seguro. La calidez de sus brazos y la calma con la que lo socorría, hacía que sus pesadillas se fueran.
A la mañana siguiente, Jimin salió a escondidas de la habitación mientras Yoongi dormía profundamente, y se encontró con Jungkook en el mismo café a dónde solían encontrarse siempre.
—¿Estás bien? —tomó su mano y la acarició. —Kibum me dijo lo que hiciste en ese Bar...
—Debía hacerlo, era la única manera de encontrar algo.
—Y dime, ¿encontraste algo?
—Lo hice —se soltó. —Descubrí que en ese lugar hay un tráfico de personas.
—¿Tráfico de personas?
—Sí, secuestran gente y los hacen trabajar en ese Bar para ellos. También contratan a Jóvenes con extrema necesidad económica para ser bailarines y entretener al público depravado de la ciudad.
—¿Quién es el jefe? ¿Suga?
Jimin lo miró fijamente y apretó su pantalón con fuerza mientras pensaba una y otra vez antes de hablar.
