Cap: 2 Un solo cliente.

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Gulf estaba parado encima de una tarima de madera detrás de una especie de casona  la cual era de dos pisos, él aún estaba en Shock literalmente lo habían vendido, no sabía donde demonios estaba, pero no era en uno de los 7 continentes, ya que la ...

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Gulf estaba parado encima de una tarima de madera detrás de una especie de casona  la cual era de dos pisos, él aún estaba en Shock literalmente lo habían vendido, no sabía donde demonios estaba, pero no era en uno de los 7 continentes, ya que la esclavitud miles de años atrás fue abolida.

Ya entendió porque se alegraron tanto sus captores cuando despertó de la fiebre, pues resultaba que ya le tenían venta y se trataba de una dueña de casa de citas.

—Eres muy bello, me imagino cuándo estés aseado —dice la mujer la cual lo había comprado.

Mientras la mujer lo examinaba Gulf miró hacia todos lados debía buscar la manera de escapar.

—Ni se te ocurra escapar, tengo vigilantes que no dudarán en meterte una bala en el cerebro, así que pórtate bien, trabajas con esmero para mí y serás libre más fácil que en otros lugares, quién sabe si un mercader se enamora de ti y te saca de aquí, las posibilidades son infinitas.

Gulf maldijo internamente, esa mujer había leído su mente.

—¿Exactamente que debo de hacer?

—Te darás cuenta cuándo te bañes, ve con Ruth ella te ayudará en lo que necesites.

—Soy bueno vendiendo bebidas... espero que sea eso—dice esperanzado.

La mujer le sonríe y se va dejando a Gulf con Ruth una muchacha de aspecto aterrador, era de casi 3 metros de color naranja y cuerpo musculoso con  nariz muy grande y   ojos rojos.

Ella no le dirigió la palabra  y eso le daba más incomodidad, Gulf simplemente la siguió y entró por una puerta donde había una regadera, una gran tina y un clóset con algunas piezas de ropa la cual no pudo identificar bien di era un saco o una bata.

—Desnúdate—dice con voz tierna cosa que hace reír a Gulf, puesto que su voz contrastaba con su aspecto—¿de qué te ríes?

—No, es que tu voz es bonita y ya no tengo miedo de ti—le sonríe Gulf.

Era el primer elogio que había recibido Ruth.

—Si te apena mucho que vea tu desnudez mientras te aseas esperaré afuera—dice Ruth con el semblante más suave.

—Muchísimas gracias Ruth.

—Primero usa la regadera y después la tina con hierbas, esas aguas son curativas quitarán de ti cualquier pulga que tengas.

—¿Pulgas?—Gulf se sintió como perro callejero.

La chica simplemente salió y esperó afuera, Gulf se quitó los trapos que alguna vez fueron ropas de marcas y entró a la ducha, sintió que volvía a la vida, el agua caliente acarició su piel cómo si fuera mano de seda pasó jabón por todo su cuerpo el cual ya tenía hasta costra, de repente se enfocó donde estaba su herida y se lleva una gran sorpresa donde había una herida ahora era adornado por un gran dragón.

Un Concubino Fuera De Serie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora