15. Bajón - 1

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Levanto la vista y lo único que puedo apreciar con exactitud son los puntos del cielo, las estrellas diminutas. Me recuerdan a las paredes de mi habitación en El Cubo, ¿seguirán brillando con tanta intensidad?
- ¿Qué ha pasado? - pregunta Ellie con un tono algo preocupado.
- Creo que ha habido un apagón.
La oscuridad nos rodea por todas partes. No sé si será permanente, pero la luz de las otras calles también se ha ido. Pruebo a tocar el timbre de nuestra casa, pero no funciona. Ha sido una sobrecarga general, nadie tiene luz ahora mismo, al menos, eso creo. Recuerdo el ataque de los distorsionados el día que nos estaban buscando, aunque no se si ataque es la palabra adecuada para definirlo. Ellie entra en casa un momento y abre uno de los cajones del mueble que hay nada más entrar, ha cogido una linterna y unos paragüas, también ha empezado a llover. Salimos del jardín y giramos a la derecha.
Caminamos por el asfalto, mientras pisamos el agua, que atraída por la fuerza de la gravedad, se arrastra como una serpiente hacia los boquetes de las alcantarillas, arrasando con hojas y tierra. Hemos decidido ir a el edificio de control, allí es donde nos informan qué hacer cada vez que hay una avería general. No es la primera vez que pasa esto.

Llegamos al final de la calle y giramos a la izquierda. El pueblo está constituido por doce calles:

Una principal, y otras once que salen a partir de ella como un tronco con varias ramas, la nuestra es la última.

Llegamos a la avenida principal. Es ahí donde nos encontramos con varios grupos de personas con linternas, entre ellos, Olivia y Phil. Olivia se acerca corriendo hacia nosotros y le da un abrazo a Ellie, mientras tanto Phil camina por donde acaba de venir su hermana y se queda parado junto a las chicas. Olivia me da uno de sus abrazos a mí y empieza a hablar.

- Dios, ¿Donde os habeis metido esta semana?

Mi hermana me mira dudosa. Le hago un gesto negativo con la cabeza para recordarle que no sólo debemos ocultárselo a nuestros padres. Entonces contesta.
- Cogimos el tren el lunes y nos fuimos a ver a nuestra tía Louise. Nos hemos quedado con ella toda la semana por cuestiones personales.

Está claro que nadie sabe nada de la catástrofe, por eso Phil no me ha saludado. Aquel momento en la terraza es solo un recuerdo borrado que solo existe en mi mente, la confianza que cojimos aquel dia no existe. Ningún ciudadano recuerda haber visto algún meteorito ni nada raro por el estilo.

Olivia se queda pensativa y asiente, se lo ha creído. Mi hermana tiene una gran capacidad para ocultar cosas. Caminamos hasta el edificio de control que está formado por paredes de hormigón y varias antenas en la parte superior, allí nos reunimos algunos habitantes (aproximadamente, sólo ochocientos de seismil en total). Se abren las puertas del edificio y allí están.


Distorsionados [Editándose]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora