Distorsionados [Editándose]

47. 3° Sueño

Estoy descalzo. El suelo me enfría la planta de los pies, me duele la cabeza y necesito beber agua. Estoy sentado en una silla de madera y me apunta un foco. No veo nada a mi alrededor, todo está oscuro y me duele la espalda. Noto que alguien me está observando. Me levanto de la silla, y entonces más focos se encienden a mi alrededor, iluminando las túnicas de los demás distorsionados. Me están mirando, pero al igual que en los otros sueños, no puedo verles las caras, tienen él rostro difuminado.
A cada segundo se encienden dos o tres focos más, creando un mar de cabezas a lo largo de la sala que me miran. Miro hacia todas partes, observándolos, viendo cómo me rodean, y cómo esperan a que haga algo. Cuando me doy la vuelta, la silla ha desaparecido. En su lugar ha aparecido una mesa, y sobre ella están los dos infines:

A la derecha el infine 101. Un infine lleno de poder y maldad. Creado a partir del material robado del Templo de los Sentidos.

Y a la izquierda, mi infine. El perteneciente a un hombre que se fue hace años y a toda una generación de personas que murieron antes que él. Lleno de fuerza.
Lo bueno y lo malo.
Hay un ruido detrás de mí.
Me giro y hay un espejo. Me está llamando. Oigo voces. No sé lo que dicen pero sé que tratan de llamar mi atención.
Me acerco a mi reflejo. Mi nariz sangra.
El infine 101 se ha abierto y sale un tipo de humo de él. Puedo verlo a través del espejo.
El humo se condensa y una silueta aparece detrás de mi y de repente todas las personas encapuchadas de mi alrededor desaparecen, dejando a la silueta detrás de mí, totalmente sola.
- James.
Me giro y no hay nadie.
Las voces siguen.
Están totalmente distorsionadas.