46. Robo

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La esfinge sujeta entre sus manos la caja. Es la imagen que había en la puerta del pasillo: La esfinge y la caja repleta de diferentes tonos de colores en ella.
La caja es diminuta en comparación a las manos de la esfinge, que deben de medir dos metros más o menos. Cuando Erik está apunto de coger la caja, otra luz escanea su cuerpo de arriba a abajo, y entonces, una potente voz resuena por todos los rincones del templo.
"Erik Worheimer. Has llegado hasta aquí para conseguir algo que deseas con fuerza. La Esfinge sujeta entre sus manos un material proveniente del más allá. De nuestro origen. Por tus esfuerzos eres recompensado a tomar prestado el material mágico del exterior, y a entregarlo después de su uso en menos de cien años, cumpliendo así el tratado Réditum. ¿Aceptas a cumplir la normativa del tratado?"
- Sí - Dice la potente voz de Worheimer.
Entonces la esfinge abre los ojos. No son de ningún color. Mas bien son oscuros. Aunque cuando me fijo bien en ellos me doy cuenta de una cosa: Sus ojos son el reflejo del universo, con millones de puntos, unos más brillantes que otros. Erik se da la vuelta, y cuando lo hace, un baño de luz me ciega.
Todo empieza a dar vueltas. Veo a la figura, otra vez con la capucha negra puesta, salir por la puerta con la caja en las manos. Después otro disparo de luz atraviesa mis pupilas, tan fuerte que noto como se contraen al momento. Entonces despierto de nuevo en la silla.
- Chico, ¿Estas bien? - Me pregunta Kirra con un vaso de agua en las manos.
- ¿Eso era todo? ¡Tiene que haber más! Póngalo otra vez.
- Me temo que la ecálida estelar no es tan fuerte, James. Este infine tiene demasiada fuerza.
- Pero... No puede ser. Y ahora, ¿Qué hago?
- Debes volver a el Cubo. Con los demás. Allí estarás seguro. No te conviene estar aquí. Este infine es el material mágico que robo Erik "El Desdichado".
- ¿"El Desdichado"?
- Si. Pocos le llaman así. Los que creían que era un Distorsionado defectuoso, y no uno más poderoso de lo normal.
- Esta noche... Cuando venga el nuevo año la Esfinge despertará y... ¿Vendrá a por mí?
- No lo sé, James. Nadie sabe nada. Mucha gente piensa que es una leyenda. Otros piensan que Erik vivió pero que él no robó nada. Pero sinceramente, yo creo que la Esfinge irá a por aquel que hizo el juramento, o a por aquel que actualmente tenga ese material mágico que le pertenece.
Es decir:
O a Erik, o a mí.
Miro un viejo reloj de arena que hay en uno de los estantes. En menos de una hora tenía que estar de vuelta.
- Kirra. Debo irme.
Me levanto de la silla y me dirijo hacia la cortina.
- Te veré luego. Voy a ir a la fiesta.
- De acuerdo.
Kirra me sonríe. Yo no rechazo la opción de devolverle la sonrisa y entonces desaparezco por detrás de la cortina.

Distorsionados [Editándose]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora