Distorsionados [Editándose]

28. Origen

Dedicado a ana3rt
Las luces del cuarto bajan su intensidad hasta apagarse y Calvin se pone de pie detrás de mi silla. El holograma deja de ser negro. Algo corretea por mi cuello.
- Humanidad. Destrucción. Hambre. Guerras. Gobiernos. Poder.
Seis factores que han acabado con la generación Distorsionada. - me dice.
Empiezan a aparecer imágenes de la vida cotidiana mientras él habla detrás de mí.
- Ciudades, parques, niños, familias, crisis.
Entonces una voz sale de la ecálida
- Desde tiempos inmemorables, el ser humano ha creído en dioses, mitos, leyendas y ha tenido la esperanza de que hubiera vida más allá, lejos de sus tierras. Lo que nunca han sabido es que las búsquedas no fueron iniciadas sólo por curiosidad. Retrocedamos 200.000 años atrás. Los primeros Homo Sapiens, o seres humanos, convivían en tribus o agrupaciones. Establecieron varios sistemas de convivencia y se acostumbraron a tener una serie de obligaciones y tareas. Había diferentes clases de humanos por todo el planeta. Dependiendo de las zonas del planeta, tenían un color de piel o rasgos diferentes. Los humanos iban avanzando y creando nuevas estrategias para conseguir recursos. De forma paralela existía otra raza no tan humana, los Distorsionados. Consiste en un grupo mucho menos numeroso a los humanos, pero que tiene unas características muy parecidas a ellos. La evolución genética tuvo varias ramas, y los humanos y los distorsionados fueron dos de ellas.
Intento dejar de morderme las uñas y poner toda la rebosante información en su sitio.
- La pregunta que todos se hacen. ¿Qué es un distorsionado? La respuesta que pocos saben. Es un ejemplo físico de un humano con una serie de capacidades genéticas diferentes a las de una persona normal. Se clasifican en tres categorías muy estudiadas. Física, Mental y Sobrenatural. Cada una de ella diferentes, pero iguales. Iguales en el sentido de que unen a los distorsionados, en el sentido de que son diferentes.
Calvin para la reproducción y se sienta en su sillón, al otro lado de la mesa. Me mira fijamente. Yo también le miro fijamente, pero no lo estoy observando, estoy analizando todo dentro de mi cabeza, lo veo todo borroso. Ahora todo tiene más sentido. No soy humano, Ellie tampoco. Mis padres nunca lo fueron. Mis ojos enfocan el cuello de Calvin, como si fuesen dos lentes de una cámara y localizo en su piel la cicatriz. La tiene en el cuello, igual que yo, pero en el otro lateral.
- No debes contarle esto a nadie. La gente piensa que estamos locos e incluso que somos unos psicópatas que creen tener unos poderes mentales. El rumor siempre se extendió, el dicho de que muchas personas fuesen capaces de mover objetos con la mente o llenar un vaso de agua sin abrir un grifo es cierto. Pero si algún humano vuelve a saber de la existencia de los distorsionados, podría crearse otra revuelta y nos intentarían borrar del mapa de una vez por todas.
Muevo la pierna, como si estuviese tiritando de frío.
- ¿Por qué iban a querer matarnos? No hacemos nada malo.
- Hubo un incidente. Un chico más o menos de tu edad abusó de su poder. Él era como tu, James. Sabia manejar las tres capacidades y podía controlarlas. Solo él fue el único de hacerlo, y ahora vosotros dos.
- ¿Qué pasó con él? - le digo sentándome en el borde de la silla.
- Él no estaba bien. Descubrió que era un distorsionado con unos catorce años o así. Empezó a informarse en las bibliotecas de las Torres de La Esperanza, en la ciudad de Mountains.
"Eso está a tres manzanas del instituto" pienso.
- Empezó a estudiar como controlar las capacidades y creía que su infine era demasiado débil, quería almacenar todos los libros oscuros en él, pero el infine se resistía. Entonces, un día decidió aprender a crear moléculas del mineral Titánides.
- ¿Titánides?
- Un mineral único que utilizamos exclusivamente para crear infines. Es muy complicado crearlo, pero cuando por fin desarrolló sus tres capacidades casi al ochenta por ciento, se infiltró en el Templo de los Sentidos y consiguió crear un infine más con la útlima cantidad que quedaba de material mágica. Más conocido como el Infine 101.
Noto como mis pupilas se contraen cuando escucho las palabras "Infine 101". Me sudan las manos y la cicatriz sigue vibrando, aunque ya me he acostumbrado a eso. Tengo que hacerlo. Tengo que sacar el Infine. Me giro para coger mi mochila y la pongo sobre la mesa. Deslizo la cremallera y dejo al descubierto los Infines. Se han separado. Los uní, y quizás la fuerza era incompatible. Calvin se levanta.