Distorsionados [Editándose]

17. Una Señal

En ese momento un rayo ilumina las paredes y estanterías, pocos segundos más tarde el trueno retumba por toda la habitación, como si el tejado se estuviese agrietando y el techo se fuese a caer en cualquier momento. Observo que la cortina está bien tapada y le tiro de la chaqueta a Ellie.
- Mira - le digo susurrando lo más bajo que puedo, pero a la vez lo más alto para que mi voz se distinga de la lluvia del exterior. Ella mira el mostrador y lo inspecciona hasta que da con el objeto.
- ¿Un Infine? ¿Que hace eso aquí?
- No lo se, pero deberíamos llevárnoslo.
Ella me mira dudosa, pero asiente. Justo cuando aparto la mirada de su cara, la cortina se desliza hacia un lado, la mujer nos observa con aire indiferente. Decido hablar en ese momento.
- Perdone, ¿Podría explicarme que es esa caja? La que está entre esos...
- No sois de por aquí, ¿verdad? - me corta ella - No os he visto nunca.
Su piel es demasiado blanca y su cabello blanco y rubio le cae por los hombros hasta llegar a la clavícula.
- No, sólo llevamos aquí cinco meses. - Ella asiente.
- ¿Querías algo, muchacho?
- Mmm. No, gracias.

Noto como mi hermana me mira. La mujer se vuelve hacia la derecha para colocar varios libros sobre un viejo escritorio, pero no es muy alta y se vuelve a meter en la sala que hay detrás de la cortina.

- James - Susurra Ellie. - ¿Qué haces?

- Voy a cogerla. Ese infine no estaba ahí antes. Acaba de aparecer, y la mujer no se ha dado cuenta de que está ahí.

- ¿Qué? James. No. Para. ¿Qué haces?

Me acerco al mostrador y paso los brazos por debajo del cristal. Toco el infine y me da un calambre.

- ¡Ah!

- James - Sigue susurrando mi hermana. - Nos vamos a meter en un lío por tu culpa.

Vuelvo a meter los brazos por el mostrador y cojo el infine. Lo meto en la mochila y la cierro rápidamente.

- Eres un gran ejemplo de hermano, en serio. Nótese el sarcasmo.

Cuando salimos de la tienda las campanillas nos dan la despedida y puedo ver como la mujer sale de las cortinas para dejar otro par de libros sobre la estantería. Sujeto la mochila y noto la forma del infine en ella.
- James
- ¿Si?
- ¿Te has dado cuenta de lo que acaba de pasar?

-Sí, claro que sí.

- ¿Deberíamos preocuparnos por eso?
- No, tranquila. Lo que más debería preocuparnos ahora es ver a Papá y Mamá.
Caminamos por el pavimento mojado pisando charcos y hojas de árboles hasta llegar a la puerta de una cafetería.