43. Año Nuevo

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Dedicado a 

- ¿Necesitas ayuda?

En ese momento las gafas hacen un leve movimiento y se despegan del suelo, flotando en el aire hasta ponerse a la altura de los ojos de Axel. Él las coge y las limpia antes de ponérselas.

- No hace falta, James. - Contesta sonriendo. - ¿Qué tal lo llevas?

Recuerdo la capacidad psíquica de Axel.

- Bien. Esta semana ha sido dura, pero voy progresando.

- Me alegro. Si te esfuerzas pronto estarás con nosotros.

- ¿Con vosotros? Pero los demás debeis de tener un nivel muy alto de poder. ¿No?

- No. Para nada. En unas cinco semanas podrás llegar a tener hasta un cincuenta por ciento de desarrollo en tus capacidades. A partir de ahí todo es más dificil. La mayoría nos solemos quedar en el sesenta o setenta por ciento y de ahí ya nadie ha podido avanzar más.

- Nadie salvo... Erik Worheimer.

- Bueno, si. Esa es la única excepción.

Pasan varios segundos en los que reina el silencio. Los dos estamos mirando el cielo, solos, en mitad del bosque. Observo nuestras sombras alargadas que se pintan sobre el suelo.

- Oye, Axel.

- ¿Si?

- ¿Tú...? ¿Tú crees en la leyenda de la esfinge?

- ¿La leyenda de la esfinge? ¿Te refieres al tema del Año Reditum?

- Si...

- Bueno. Cuentan que Erik murió en un accidente hace varios años. Cuentan que él fue el que robó el material del Templo de los Sentidos y que creó ese infine. Cuando Erik desapareció sólo quedó su infine, pero los infines tienen vida propia. Erik llegó a desarrollar sus capacidades al ochenta por ciento, un veinte por ciento mas de lo habitual. Aprendió a manejar su poder y a transformarlo. Antes de desaparecer cuentan que guardó todo el poder en su infine y que lo envió a un sitio seguro hasta que un nuevo electrificado apareciese dentro de unos años. Es decir, tú.

- Yo no quería nada de esto...

- James. Aunque seas el nuevo dueño del Infine 101 no puede pasarte nada. Estás protegido, Calvin está aquí para ayudarte. Mientras él esté aquí no ocurrirá nada malo.

- Ya pero...

Axel me mira a los ojos y me agarra los hombros con las manos.

- James. Escuchame. No te conozco mucho. Pero lo poco que sé de ti me ha impresionado. ¿Te has parado a pensar en eso? Has tenido que pasar por todo esto tú solo. Has tenido que adaptarte con tu hermana muy rápido, y aunque todos hayamos pasado por eso tu forma de hacerlo ha sido diferente. Has pasado por varias cosas que ninguno de nosotros hemos experimentado, como la aparición de un nuevo infine, el entrenamiento de tres capacidades distintas, e incluso el saber de que tus padres no son realmente tus padres.

- Axel... Yo... No sé que hacer. No sé por donde empezar. Necesito ayuda.

- Yo estaré siempre aquí, James. Ten eso en cuenta. ¿Qué necesitas?

- Esta noche necesito respuestas. Necesito saber si mis padres biológicos siguen vivos o no.

Una oleada de aire nos acaricia el pelo y entonces avanzo unos cinco pasos hacia delante, hacia el bosque. Me agacho y me pongo a pensar.

- Llevo varias noches soñando. Axel, ¿Y si esos sueños son reales?

- ¿Reales?

- Si. Si. ¿Y si esos sueños no son sueños... Si no recuerdos...? Claro. Axel. Todo encaja.

Noto como mi cabeza se ordena, noto como todo toma un sentido. Como un rompecabezas que se resuelve a cámara rápida. Axel tambien avanza unos pasos y se agacha a mi lado.

- ¿Qué has visto?

- A mis padres... El accidente. ¿Has dicho que Erik tuvo un accidente verdad?

- Si pero eso no tiene nada de sentid...

- Espera - le interrumpo - Axel. Necesito que me dejes tus zapatillas y el teleportador. Necesito ir a la tienda de Kirra Springheel ahora mismo. Creo que ella puede ayudarme con esto.

- Está bien. Espera, subo a por las cosas. Quédate aquí.

Axel entra por la puerta que han incorporado para la ocasión. La verdad es que la podrían quedar ahí incrustada para siempre, así no haría falta saltar por la ventana cada vez que quiero salir de el Cubo.

Sigo agachado. Creo que por primera vez en días puedo pensar sin bloquearme. He intentado ordenarlo todo y el resultado es este:

Soy un distorsionado, un electrificado. Eso significa que puedo usar las tres capacidades, cosa que nadie ha podido hacer en toda la historia salvo un chico, Erik Worheimer, el primer electrificado que intentó dominar el mundo con su infine. Ahora mismo su infine está en mis manos, y posiblemente todo su poder almacenado en él. Las personas que le vieron por última vez fueron mis padres, pero no Vince y Julie, los biológicos.

Yo tenía seis años, y Ellie aún tenía dos. Estabamos de viaje a algún sitio. No sé exactamente a donde, pero entonces Erik apareció y todo cambió. Esa fue la útlima vez que vi a mis verdaderos padres, o al menos eso es lo que he podido recordar.




Distorsionados [Editándose]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora