18. Reencuentro

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Cuando llegamos a casa mis padres ya están ahí. No están solos.
Lucy y Calvin están sentados enfrente de ellos y cuando los veo, no puedo evitar un pequeño mareo y una sensación de nervios. Me acerco a mi madre, que me espera con los brazos abiertos, con el impaciente deseo de poder tocarme con suavidad, como lo ha hecho siempre. Huele a vainilla, siempre fue su fragancia favorita. Su pelo me roza las facciones de la cara y a través de los mechones de cabello rojo oscuro teñido puedo ver como mi padre y mi hermana se dan un fuerte abrazo. Sin embargo, los dos distorsionados están ahí sentados en el sofá, sin mostrar ningún sentimiento, solo una pequeña sonrisa, parece que están hechos de papel. Cuando hemos llegado estaban hablando. ¿Les habremos interrumpido alguna conversación importante?
- Millones de personas, caras, nombres e identidades, y vosotros habeis sido los elegidos. - Dice Lucy. Mis padres no reaccionan ante su comentario. Ellos lo sabían. Lo sabían desde el principio.
- Estoy orgullosa de vosotros. - Dice mi madre mientras se pone la mano en el codo - Pero tengo una pequeña duda - da unos cuantos de pasos hacia el sofá y se sienta al lado de la mano de Lucy - Esto estaba predestinado en James, no en Ellie también. ¿Por qué ella también es una elegida?
Calvin se aclara la garganta.
- El día de la catástrofe, Ellie hizo algo de gran valentía que le hizo formar parte de nuestro grupo.
- Ví una luz - dice mi hermana - Yo estaba con Olivia en la cafetería y ví una luz y pensé "James". Corrí a buscarlo a la terraza porque sabia lo que iba a pasar y lo que tenía que hacer, la luz iba a por él, lo sentí. Entonces abrí la puerta y ví que él no se había dado cuenta, como la primera vez que le atacó esa luz en clase. Me abalancé sobre él y la estrella nos desgarró la piel creándonos la cicatriz. A partir de ahí no recuerdo más.
Me quedo pretrificado al escuchar la escena. Mi hermana intentó salvarme sin saber que era lo que me iba a pasar, simplemente lo hizo. Ella me mira y yo no puedo evitar sonreírle.
- Tenemos que llevaros de vuelta a El Cubo mañana chicos. Os vamos a hacer las pruebas para saber a qué grupo perteneceis. Será fácil y tardareís poco. - Explica Calvin.
- Chicos, todo saldrá bien - dice mi padre - no os preocupéis por lo que pueda pasar porque estáis protegidos. Nadie sabe lo que sois ni pueden saberlo, a partir de ahora todo va a tener que ser diferente si queréis pertenecer a este grupo. Os lo explicarán todo detalladamente cuando entréis en El Cubo.
- ¿Lo sabíais? ¿Lo sabíais y nunca nos dijisteis nada? - siento la impotencia en el pecho y subo las escaleras para encerrarme en mi habitación. Oigo golpes como martillazos en la madera que se acercan poco a poco por el pasillo, alguien toca la puerta. Abro la puerta enfadado y mi infine me espera ahí, en el suelo, el infine que Lucy me dió.


Distorsionados [Editándose]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora