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La impresión que Louis había recibido de la carta (apenas la había ojeado) en relación a su alojamiento es que su compañero de cuarto llegaría el mismo día que él.

¿Es una posibilidad entusiasmante? No.

No obstante, ¿quiere que ocurra para que pueda odiar oficialmente al cabrón? Sí.

Así que Louis espera.

Espera lo suficiente, con el pie golpeteando contra el suelo pulido, tanto que su estómago ruge y sus ojos se desvían, y sus dedos rascan la tela de sus vaqueros. Porque Louis es jodidamente impaciente y odia a la gente rica. ¿Donde demonios está el bastardo?

Sin duda intranquilo, decide pasar el tiempo desempaquetado (algo que raramente hace). Normalmente cuando regresa de sus vacaciones o de una larga ausencia, su maleta se queda en su habitación, llena de ropa arrugada y calcetines sucios, y permanece intacta durante semanas, a veces meses. No es hasta que Louis se levanta una mañana y se pregunta "¿Adónde habrá ido esa camiseta?" que estas dejan de camuflarse entre montones de pantalones y desastre, antes de que se deshaga la maleta.

Es un problema de Louis, siempre procrastinando, siempre olvidando.

Pero ahora deshace la maleta (hace un trabajo jodidamente espectacular, colgando las camisetas en perchas de verdad y doblando los pantalones en pequeños y ordenados montones) y una vez que su habitación se encuentra lo suficientemente colocada (omitiendo el hecho de que es demasiado escaso para el gusto de Louis; pero es, después de todo, su primer día allí), se dijere a las otras habitaciones de la suite. Se mantiene alejado de la cocina porque es un lugar que nunca ha entendido.

No hay mucho que hacer en aquel lugar en realidad.

La falta de objetos personales de Louis, combinada con la abrumadora cantidad de basura ornamentada que satura la habitación, deja poco espacio para la creatividad o el margen de maniobra. Sin embargo, logra guardar a buen recaudo las pinturas de lo que parece ser bestialismo (no le importa una mierda si hay mitos sobre Zeus cambiando de forma, un pájaro follando a una chica sigue siendo un pájaro follando a una chica) y pronto, la sobrecargada atmósfera comienza a sentirse un poco más como en casa.

Quizá todavía hay esperanza.

*

Han pasado tres horas completas (y cuatro llamadas perdidas de su madre que Louis se niega a responder, muchas gracias) desde la llegada de Louis y cada caja andrajosa de cartón ha sido deshecha y tirada afuera sin ceremonias.

Así se siente el éxito.

Y la soledad.

Porque, aunque ya ha decidido que su futuro compañero de cuarto es la pesadilla de su existencia, Louis no puede evitar notar que no ha llegado. Y es casi por la noche. Lo que significa que quizá no llegue. Lo que significa... que Louis pasará la noche solo. Aburrido. Sin amigos o distracciones. ¿Y cómo demonios se supone que tiene que adaptarse a eso cuando quiere ser entretenido?

No mirando el tiempo, porque eso insinuaría que le importa, así que decide con resolución que va a abandonar el piso. Se irá, explorará, y cenará en un café pintoresco para poder mandarle a Stan fotos artísticas de él mismo tomando té en la puesta de sol para hacerle sentir celoso de no haber venido con él. Porque joder, alguien debe de estar celoso de él al menos cuando se siente así de mierda.

Cogiendo sus llaves y bufanda, Louis sale del escenario por la derecha y, evitando la creciente y densa marabunta de putos ricos esparcidos por los terrenos, se escabulle por las puertas hacia la calle empedrada.

Todo ello definitivamente sin pensar sobre dónde se encuentra su compañero de piso.

*

Desde luego no está pensando en exceso nada. Claro que no.

Young & Beautiful - Larry Stylinson (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora