Young & Beautiful - Larry Stylinson (traducción)

XI

En el momento en que Louis entra en su piso, se dirige directamente a la habitación de Niall, con la mente todavía zumbando con "QUÉ COJONES" y un fuego bajo su piel en todos los lugares que se encontró con la de Harry en su borrachera.

Porque de ninguna jodida manera puede dejarse caer en la cama ahora mismo y quedarse dormido. No, absolutamente no puede hacer eso porque su cabeza va a explotar en cualquier momento y su corazón está haciendo cosas raras y su presión sanguínea está probablemente por las nubes; la muerte es casi ciertamente inminente.

Y, oh sí, también está enfadado con el puto irlandés porque ¿dónde demonios se ha metido esta noche?

¿Y por qué coño ha abandonado a Louis, dejándole para que mantenga a un Harry Styles que apenas estaba allí? ¿Y para meterle en la cama? ¿Y así obligarlo a sostener su puta mano como si fuera un niño pequeño?

Todo es culpa de Niall.

Con una nueva furia, irrumpe a través de la puerta cerrada e inmediatamente ve la figura dormida del chico arremolinado entre las mantas, con la cabeza profundamente acolchada entre las almohadas, la boca cómicamente abierta.

Todavía está vestido, con zapatos y todo, la habitación apesta claramente a marihuana y whisky, y quedan restos de un sándwich de pavo en su mesita de noche, a medio comer y abandonado por la borrachera.

Pero Louis se siente aliviado por dos razones:

1. Niall está oficialmente en casa y no sigue de juerga.

2. Niall está solo y, por tanto, puede centrar toda su atención en Louis, que se siente vulnerable y necesitado. (También le aterra interrumpir algo que probablemente lo habría traumatizado de por vida).

—Nialler, Niall, Irlanda —llama Louis mientras se sube a la enorme cama (y, maldita sea, esas sábanas se sienten suaves) y comienza a sacudir al chico para que se despierte—. Oye, necesito hablar. Necesito preguntarte cosas. ¡Irlanda! Consuélame —le palmea las mejillas entre las manos como si golpeara un tambor, la impaciencia ganando a la dulzura.

Y Niall, lenta y confusamente, con el ceño más fruncido de lo que Louis ha visto nunca, comienza a abrir los ojos de forma sombría. Atraviesan la oscuridad con su brillo cristalino, buscando a Louis, y la animosidad que brota de ellos es realmente sorprendente.

Pero Louis sigue adelante de todos modos.

—¡Oh, excelente! Estás despierto. Ahora, necesito preguntarte...

—Vete. A. La. Mierda.

Louis parpadea. Espera, ¿qué?

—Vete. A. La. Mierda —repite Niall, y su voz está cargada de sueño, sus ojos hundidos con bolsas y legañas, y tal vez hay una resaca furiosa en el proceso, o tal vez Niall simplemente odia realmente ser despertado (después de todo, le encanta dormir...), pero en cualquier caso, Louis está casi, más o menos, tal vez aterrorizado.

Se aparta un poco de él, mirando fijamente a los ojos implacables con aprensión mientras lleva sus manos a los lados y lejos de la piraña debajo de él.

—¿Niall...? —pregunta con cuidado.

La mirada de Niall aumenta.

—Louis, si no te quitas de encima, te juro que voy a arrancarte la puta cabeza.

Louis se queda boquiabierto, horrorizado.

—Arrancar mi...

—Te arrancaré tu puta cabeza con mis propias manos y se la daré a tu jodida madre —confirma Niall, e incluso en su agotamiento, sus extremidades comienzan a moverse.