No pasa mucho tiempo antes de que Louis lleve a Harry a casa tras la fiesta de presentación de su padre.Se sientan juntos en el camino de vuelta, metidos en la limusina de Harry en el centro del asiento, Harry apoyado ligeramente en el lado de Louis mientras los baches de la carretera los acercan.
Es... extraño.
No han hablado desde que Harry lloró; Harry ni siquiera ha mirado a Louis desde que dejó escapar las lágrimas de sus ojos. Más bien, se había limitado a seguirlo a ciegas, como un cachorro empapado perdido en una tormenta, y Louis le llevó por la cintura a través de la multitud de huéspedes que fumaban en los parámetros del hotel, sus hilos de humo retorciéndose y obstruyendo los pulmones de Louis. Llevó a Harry lejos, con seguridad y eficazmente, y ahora están a salvo dentro del coche y de camino a casa y... es extraño. Louis no está seguro de si debe hablar, tocarle, consolarle, o dejarle solo. Todavía puede sentir dónde las lágrimas de Harry humedecieron su camisa, aún puede escuchar su angustia primitiva y la forma en que su nombre fue dicho en un lamento de la boca de Harry, tan dolorosamente y tan impotente, que incluso despertó las fibras relativamente más frías que componen a Louis. Y quiere extender la mano, estrechar la frágil mano de Harry entre las suyas, o hundir la nariz en los rizos que descansan tan cerca de su mejilla, o, demonios, aferrarse a su cintura con manos seguras... pero más que todo esto, solo quiere tratar la situación. Quiere tratar bien a Harry. No quiere sobrecargarlo ni agobiarlo.
Así que, en lugar de eso, se limita a apoyar suavemente su cabeza sobre la de Harry (que ha llegado a deslizarse cansadamente sobre su hombro) con un cuidado suave como una pluma, apenas descansando sobre los sedosos mechones de pelo que podrían inspirar el próximo Renacimiento. Exhala tranquilamente, su cuerpo llenándose de simple alivio por el mero hecho de que Harry esté aquí, así de cerca, y a salvo.
Se siente bien tenerlo de vuelta.
En el fugaz resplandor de las lámparas de la calle ve la caída de los párpados de Harry en respuesta al movimiento de Louis, pero no dice nada y no se mueve, solo mira por la ventana, tranquilo y agotado, con una pequeña especie de serenidad que apoderándose de su respiración mientras los brillos anaranjados alargan sus pestañas y las sombras de su rostro. Ha empezado a chispear (o más bien a llover) y salpica contra las ventanas, helado y abrasivo, pero Louis no se atreve a preocuparse porque ahora mismo se siente cálido y seco y un montón de otras cosas que cree que podría sentir siempre de alguna caprichosa, intangible y maravillosa.
Y de repente el coche se detiene. Están fuera de los jardines exteriores, cerca de las habitaciones de Harry.
Han vuelto.
Trata de no consentir el destello de infelicidad que siente revolotear por su sistema cuando Harry comienza a sentarse, separando su cuerpo completamente del de Louis y arrancando el calor que había comenzado a extenderse hasta sus huesos y hasta las esquinas de sus apretados y pulidos zapatos. Harry respira suavemente mientras endereza su chaqueta y mira fijamente hacia la oscuridad. No hace ningún movimiento para hablar mientras parpadea lenta y eternamente. Está lleno de sombras y cansado. Parece un poema. Uno de esos poemas lúgubres con palabras cortas y desconocidas que suenan etéreas cuando se dicen y que carecen completamente de sentido cuando se piensa. De los que se encuentran en la parte de atrás de un libro y se marcan con la esquina doblada porque quieres hurgar en él un poco más tarde, cuando tengas la cabeza un poco más clara. Escrito por un poeta romántico con un nombre que suena como aliento suave y una reputación.
Joder, Louis ha bebido demasiado champán. Demasiado, demasiado.
-Estamos aquí -dice Louis en voz baja, con los ojos fijos en Harry, que sigue mirando por la ventana, con los puños apretando su chaqueta abierta.
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Young & Beautiful - Larry Stylinson (traducción)
FanfictionLouis, para su desagrado, acude a una universidad de élite en la que el nombre Zayn Malik significa algo, Niall Horan no deja de hablar, hay pianos por todas partes, y Harry Styles, hijo único de un drogadicto y clínicamente loco ex rockero, tiene u...