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Las cosas marchaban bien, después del raro encuentro entre todos, esa tarde Yuta invitó a su casa por primera vez a Mark, quería que lo conocieran sus padres.

El miedo de Mark por conocer a sus "suegros" se apoderó de él, tartamudeaba y sudaba frío mientras iban camino a casa, a pesar de estar seguro de su relación con Yuta no tenía confianza en él mismo, no sabía si iban a reaccionar bien o mal al verlo, desde hace un par de años tuvo una mala experiencia con los padres de uno de sus tantos pretendientes. Le parecía divertido, pero a la vez lo ponía ansioso ya que lo pillaron en ropa interior en el cuarto de su amante y le tiraron agua sacándolo a patadas, fue la peor experiencia aunque lo recordaba con bastante gracia. 

Los minutos pasaban muy rápido, no se dio ni cuenta cuando estaba abriendo la puerta de la camioneta. Bajando completamente pálido, con dos dedos le jaló la playera que traía su novio, deteniéndolo.

- ¿Estás seguro que no te dirán nada? - Arrugó el entrecejo de los nervios y le temblaban las manos.

- Tranquilo cariño, mis padres son los más amorosos del mundo, te van a amar tanto como lo hago yo, además ya les dije que vendrías esta tarde - lo abrazó y le dio un beso en la frente, seguido le tomó la mano.

Los nervios de Mark aumentaron cuando divisó a Uta, la hermana de Yuta y a su madre asomadas en la ventana, parecían estar esperándolo.

- Omma, estoy en casa.

- Tardaron un siglo niños - La madre de Yuta, asomó la cabeza por la entrada del living, saliendo se acercó a Mark y lo abrazó cálidamente.

 - Hola, soy... Ma... Mark... Lee - Dijo tartamudeando y haciendo una reverencia en tanto se separó de ella.

- Soy Akira, la madre de Yuta - Con una gran sonrisa, le extendió la mano, era un poco más baja que Mark y parándose de puntita se acercó al rostro del chico - Eres más guapo de lo que te ves en las fotos - No se aguantó y lo dijo en voz alta, haciéndolo sentir como una figurita en un museo y observado.

- MAMÁ!!!!! 

- Está bien hijo, solo quería acercarme a él - Agachó la cabeza como si la hubiera regañado su padre.

- Cariño, no seas malo - dijo Mark entre dientes, le jaló la esquina de la manga con dos dedos.

Yuta rodó los ojos mientras que Mark le fue arrebatado de las manos por Uta, lo tironeó hasta la cocina donde estaba Haruka y lo sentó al lado de su padre.

- Papá él es el novio de mi hermano - Dijo y salió corriendo escondiéndose detrás su madre.

 Mark se puso pálido, abrió los ojos del asombro, Uta lo había jalado de la nada y casi salió volando detrás de ella. Yuta sin reaccionar rápido llegó cuando Mark y su padre se miraban el uno al otro.

Haruka serio tratando de contener la risa, le hizo un par de preguntas.

- Padre, no de nuevo - Musitó Yuta, viendo la escena afirmándose en el umbral de la puerta, llevándose una mano a la cabeza, la movió de un lado a otro negándose a lo que estaba viendo.

- Chico, ¿Cuál es tu nombre y qué haces aquí?

- Soy Ma... Ma... Mark... - Tartamudeó.

Cruzándose de brazos - Y ¿por qué estás aquí?, ¿por qué te trajo mi hijo hoy? - Inclinó su cabeza y lo miró fijamente.

- Yo... Yo... - Pestañeó repetidamente sin saber qué contestar, se rascó cerca del ojo - Yo...

- Padre, no seas así, no ves que está casi a punto de desmayarse - interrumpió Yuta.

- Hijo, no se puede jugar contigo - Dijo Akira y le golpeó el brazo avanzando hacía el lavabo.

- Mamá, Mark está blanco como papel, casi ni respira - Se acercó a Mark y lo abrazó por detrás de la silla - Están bromeando contigo cariño, no les hagas caso - Le dio un beso en la mejilla - Ya conociste a mi familia, respira bebé.

Mark finalmente pudo respirar y Haruka se reía a carcajadas.

- Mamááááááá, Onii chan no es para nada divertido, siempre arruina los mejores momentos.

- Déjalo que no quiere que le hagamos nada a su pequeño novio.

Mark al oír que sólo estaban bromeando con él, se volvió rojo como un tomate, estaba avergonzado, el encuentro había salido mejor de lo esperado pero a qué costo.

- Hijo, ve a mostrarle la casa a Mark, cenaremos en un momento - Dijo Akira.

- Okay má, vamos - Le tomó la mano a su novio y lo llevó a su habitación, la cerró con seguro.

- Yuta hyung, ¿Qué haces? - Abrió los ojos y se puso nervioso.

- Tranquilo, nadie nos escuchará.

 Por alguna razón, las personalidades de aquellos chicos habían cambiado de lugar, el extrovertido canadiense se había vuelto tímido, nervioso, prudente y algo miedoso a las cosas arriesgadas, mientras que el introvertido japonés se había liberado, aunque seguía siendo sincero, correcto y muy caballero, su pasión descontrolada y sus deseos de tener a Mark entre sus brazos lo hacían volverse loco, despiadado y muy salvaje, ya no se contenía.

- Perdóname amor, pero no puedo evitarlo al verte tan vulnerable frente a mí - Dijo Yuta y le tomó de las dos muñecas, poniéndolo contra la pared de su habitación, con la otra mano la metió bajo la ropa de Mark tocándole parte de las costillas, lo besó apasionadamente.

- Hyung, detente... - trató de decir Mark pero no pudo, los labios de Yuta junto a los suyos no se despegaban. Un beso francés y respiraciones agitadas, encendieron el momento.

 - Tranquilo, nadie nos oirá - Dijo entrecortado - Las paredes son insonoras.

Yuta seguía besándolo, lo lanzó a la cama y el delgado chico que no estaba procesando nada rápidamente, se dejó llevar; mordiéndose el labio sin dudarlo le quitó la playera, sabía que no iba a pasar nada pecaminoso pero ese apasionado momento era precioso para él, mientras que Yuta le besaba el cuello, Mark lo rasguñó y se retorcía tratando de no hacer mucho ruido.

Al cabo de unos minutos, Akira los llamó.

- Ya vamos mamá - Gritó Uta y fue a tocarles la puerta - Onii chan, mamá nos llama.

- Salimos en un momento - Respondió.

Se acomodaron la ropa y se peinaron un poco, respiraron normal - Gracias por seguirme la corriente, guapo mío, eres el mejor y aunque lo he repetido miles de veces, no te cambiaré por nada ni nadie, entiendes - Le sonrió radiante y le besó rápidamente los labios antes de salir.

 Mark sin mucho que decir y sin entender qué pasaba por su lento actuar, simplemente le siguió la corriente a su novio y le sonrió felizmente.

Mientras bajaban las escaleras pensó que todo esto era nuevo para él, miró a su alrededor y en esos pocos segundos, se sumió en sus pensamientos; era la primera relación formal a la que él de verdad sentía que estaba porque quería estar y no a la fuerza o por responsabilidad, que él había escogido no por costumbre en la cual se imaginaba un felices para siempre, miró hacia el lado y veía el perfil de Yuta sonriendo mirando hacia abajo, tan distraído iba que ni siquiera estaba pendiente que se podía tropezar y caer por las escaleras, se sentía seguro de la mano de Yuta.

Suspiro y dijo en voz alta - ¿Esto es estar enamorado?

Yuta volteó a verlo.

MY SWEET BOY - YUMARK (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora