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Mark que estaba en su casa, escuchaba lo que discutían al lado, los lamentos y llantos de Yuta hacían eco en el pasillo solitario, se asomó a ver lo que sucedía y con un sólo ojo en la puerta entreabierta, divisó a Yuta en el suelo, con las piernas juntas se las abrazaba y lloraba en posición fetal.

Ellos que se habían vuelto cercanos en esas dos semanas de juegos y encuentros en las tardes, Mark salió corriendo a consolarlo, no quería verlo de esa manera.

- Hyung, ven aquí, tranquilo - Dijo llevando la cabeza del desesperado chico a su pecho, dándole unos golpecitos en la espalda y acariciando su cabello, tratando de parar el llanto que no cesaba con nada. 

- Me dejó Mark, me dejó - Decía entre lágrimas y sollozos, mientras sostenía con fuerzas la camisa a cuadritos que llevaba su vecino.

Se abrazaron muy fuerte, casi que Mark parecía de esas almohadas que guardaban lagrimas en las noches oscuras y amargas de los adolescentes cuando eran dejados por sus parejas, o eran regañados por sus padres por las calificaciones que obtenían en el colegio.

Tomando al débil chico que parecía un bebe acurrucado en el pasillo, lo llevó a su habitación, le dio un poco de agua y se dispuso a dejarlo que descansara, pero Yuta no lo soltaba, le tomó la mano y lo arrastró a la cama, ya más calmado.

- Hyung, es mi culpa verdad... Yo fui el causante de que él te dejara? 

Con los ojos enrojecidos y mirando fijamente a la cara de Mark - No, tú no eres el culpable de nada, fui yo quien no pudo hacer nada por él. Yo soy el culpable de que él me dejara de amar y ya no le importe - Se golpeó el pecho y con un nudo en la garganta, se echó a llorar de nuevo afirmando su cabeza en el hombro de Mark.

- Lo lamento, no quería que pasara esto, yo dejé el encendedor a propósito aquí para venir a buscarlo luego, no sabía que estabas con alguien y simplemente quería pasar tiempo contigo, me agradabas bastante, pero fue estúpido de mi parte - Confesó el joven chico canadiense, inexperto en las relaciones serias, miró a su vecino con tristeza y agachó la mirada - Puedes perdonarme?.

- Entonces todo esto fue por ti... - Levantando su cabeza dejando ver sus ojos inundados en lagrimas - Está bien, no te preocupes, de todos modos él estaba raro hacia mucho tiempo - Dijo casi sin fuerzas y afirmó la frente en el pecho de Mark. 

- ¿Puedes quedarte conmigo esta noche? No quiero dormir solo, te prometo que no te molestaré.

Dudoso de lo que le había propuesto, aceptó. Pero no se imaginó que al día siguiente lo lamentaría.

Esa noche, Yuta estaba deprimido y con las caricias de Mark pudo cerrar los ojos. Pero a las 3 de la mañana volvió a despertar, extrañaba tanto a Winwin que pensó que quien estaba a su lado era él, lo abrazó con fuerza, besándolo con la luz apagada, comenzó a desabrocharle la camisa; Mark sin decir nada y recién despertando siendo besado, sorprendido se quedó callado tratando de no causarle algún dolor extra al pobre chico. Sí, era sensato a veces. 

Yuta seguía con lo que estaba haciendo, dejó marcas en el cuello de Mark y más aún en su abdomen, de a poco le estaba quitando todo lo que llevaba puesto siendo tocado por esas manos grandes y delgadas, se sentía bien, sin embargo Mark, que sabía y estaba consiente, le frenó la mano cuando intentó llegar a su extremidad de abajo.

- Shhh - Llevo la mano a la cabeza de Yuta, acariciándole el cabello para que se calmara, le dio un beso en la frente.

- Amor, Winwin... No te vayas, te amo - Dijo susurrando, quedándose dormido en el pecho de Mark y sosteniéndole el torso casi aprisionándolo.

No tenía derecho a sentirse mal por el actuar del chico, de todos modos sabía que el muchacho estaba en una relación y lo habían dejado esa misma noche... Pero porqué se sentía tan vacío y triste al escuchar otro nombre saliendo de la boca de él. Se puso a pensar en Haechan, qué pasaría si el chico es dejado igual que Yuta, quién lo consolaría y lo abrazaría, cómo estaría en la noche?; de sólo pensarlo se le hacía pequeño el corazón. Amo a Haechan - Pensó con detenimiento y sintió el corazón latir de Yuta a su lado.

Al siguiente día, martes 8 a.m., Mark se levantó y se fue, no quería estar ahí cuando su vecino se despertara y lo viera ahí, quizá ni se acordaba de lo que había hecho esa noche. Además de las marcas que le habían dejado por todo el cuerpo...

- Tendré que quedarme en casa hoy y mañana, no puedo dejar que Haechan me vea así, nunca había llegado con esas marcas en el cuerpo - Se rascaba la cabeza, mirándose en el espejo de su baño, pensando en qué hacer. Muy promiscuo podía ser, pero no esa clase de perro que se acuesta con cualquiera, había límites y debían ser un poco más discretos. En fin, se quedó ese día encerrado en casa sin comunicarse con nadie, tenía varias cosas en su cabeza para pensar.

Yuta por otro lado, se despertó a las 2 de la tarde, solo y abatido, se fue a la casa de sus padres. No se había vuelto a saber nada de él ni de Winwin durante un mes. Uno había desaparecido totalmente de la fas de la tierra y el otro ocupado con sus practicas, casi ni se aparecía por la universidad.

MY SWEET BOY - YUMARK (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora