21 | VUELTAS

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Charlotte De La Valliere había huido casi sin querer, dejando a Niall en medio del salón.

Se metió a aquel pequeño salón de té en la casa de Liam, escabulléndose y cuidando no ser vista por alguien.

Su consciencia se martirizaba por aquello, porque claro, recordemos que Niall era ciego, pero aun así sabía que él se las arreglaría, siempre se las arreglaba, no poder ver nunca le reprimía de nada.

Comenzó a caminar en círculos durante largos minutos, pensando. Ya no podía aguantar aquello, estaba tan perdida y locamente enamorada de Niall, que todo le quemaba, y aquellos sueños no la estaban ayudando.

Ya no era una chiquilla, era una mujer.

Se dirigió a la ventana que daba vista al gran camino de entrada a la casa de Liam, por donde más carruajes iban llegando a la fiesta. No nevaba, pero hacía frío y todo estaba cubierto por ese manto blanco.

Pero un ruido detrás de ella, la alertó. Giró bruscamente por el ruido que sonó a su lado y retrocedió mucho más cuando se encontró a Niall frente a ella. Al punto de chocar contra una de las repisas y casi hacer caer los objetos que estaban en esta.

—Hola, Charlotte. Veo que has huido de mí—dijo algo divertido, en especial por lo del "veo", siempre bromeaba de su estado, no era un problema.

—Niall... yo...—no supo qué decir, hasta que entró en pánico y su lengua se fue de más—lo siento, lo siento. Yo... en verdad lo siento. Simplemente me dio un ataque de ansiedad. Yo no he estado bien con toda la presión del trabajo de Diana sobre mí únicamente, porque lo hacíamos juntas, y eso me desestabilizó... lo siento, lo siento—habló tan rápido que apenas y Niall pudo asimilar todas las palabras.

El pelimarrón negó, sin tener algo contra lo que ella había dicho.

La rubia se quedó en blanco por un momento, viendo la sonrisa de aquel hombre al que tanto amaba desde lo profundo de su corazón, y antes de gritarse así misma que estaba teniendo la peor idea del mundo, tuvo un debate interno, y ella simplemente ...

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La rubia se quedó en blanco por un momento, viendo la sonrisa de aquel hombre al que tanto amaba desde lo profundo de su corazón, y antes de gritarse así misma que estaba teniendo la peor idea del mundo, tuvo un debate interno, y ella simplemente golpeó su boca contra la de Niall.

Sintió un aire de realización dentro de ella, cuando escuchó a Niall ahogarse en él mismo por la sorpresa. Y antes de recordar no dejarse marear porque no sabía que pasaba por la cabeza de Niall, este se inclinó ligeramente, y le devolvió el beso, moviendo sus labios.

Charlotte retrocedió inmediatamente, como si los labios le quemaran. Tenía la cara desencajada, con los ojos muy abiertos por la sorpresa de recibir la respuesta física de Niall. Sintió su rostro ruborizado, y buscó una explicación realista a todo aquello.

— ¿Qué diablos, Niall?—fue un grito que más bien parecía algo ahogado, un susurro ahogado.

Niall estaba sonrojado, con los labios entreabiertos, dejando escapar su respiración lenta.

Niall estaba sonrojado, con los labios entreabiertos, dejando escapar su respiración lenta

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EL VUELO DE LAS GOLONDRINAS | FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora