—Ya llegamos, señor—murmuró el hombre que conducía el carruaje, y Liam hizo un sonido para este supiera que lo había escuchado— ¿Quiere que lo espere?—
¿Tan mal se veía? ¿En serio el carrocero había notado que esa no era su casa y que Liam iba a abandonar su orgullo porque estaba casi seguro de que estaba enamorado del hombre que vivía ahí?
—Puede irse—Liam le pagó, y el hombre recibió el dinero—sabe... mejor sí, espéreme. Le haré una señal para que se acerque lo más rápido posible si es que lo necesito, veamos que ocurre—se encogió de hombros.
—Está bien—el hombre asintió.
Una vez fuera, Liam se arregló el traje, se pasó la mano por el cabello—cruzaré los dedos por usted—el hombre nuevamente habló, y se inclinó para que Liam viera que sí se los estaba cruzando—suerte—
Liam no pudo evitar sonreír por los nervios y porque se sentía estúpido. Era un ebrio estúpido.
Comenzó a caminar al interior, cruzando el portón, escondiéndose entre los árboles para que nadie del interior lo viera, y llegó a una de las ventanas de abaja, se miró que aspecto tenía, y no estaba tan mal.
Pudo ver claramente la sombra de quien buscaba, moverse al interior de esa habitación, al otro lado de esa ventana. Escuchó su risa y supo que estaba acompañado.
De repente, sintió su estómago revolverse, las nauseas le hacían cosquillas y subieron por su garganta. Sentía que pronto vomitaría. Y no lo pudo evitar, terminó soltando todo lo que tenía justo ahí, al lado de un árbol, agradeciendo que la ventana estuviera al alto de sus hombros.
Cuando volvió a la consciencia, y supo que había pasado, se sorprendido abriendo los ojos con exageración, sin poder quitar su mirada de la escena desastrosa que había hecho. Escuchó ruido al interior de la casa y miró dirección al carruaje, haciendo señas, mientras él corría a su encuentro. Vio que alguien se acercaba a la ventana, e instintivamente se lanzó al carruaje, y el hombre golpeó a los caballos con frenesí, mientras Liam yacía colgado de uno de ellos, sin importarle lo peligroso que fue y siguió siendo esa situación hasta salir de la vista. Y cuando giró, pudo ver como Zayn abría las cortinas, seguida de la ventana, y detrás de él se encontraba una hermosa mujer.
¿Cuál fue la situación que lo llevó a aquello?
Pues esa mañana se habían entregado las tarjetas de la fiesta de su compromiso, y por primera vez sintió dudas en su corazón.
Por su parte, cuando Zayn recibió la tarjeta, se encontraba arreglando un asunto de los temas de Diana, para quitarle peso a la pobre Charlotte que se encontraba de un lado a otro cubriendo a su hermana.
Cuando recibió la carta de la mano de una de las empleadas, su corazón se encogió.
Zayn repasó con sus dedos la carta de invitación para el compromiso de Liam, y sintió algo extraño pero indescriptible. No estaba molesto, estaba decepcionado. No sabía si fue a propósito y gusto de Liam, pero la fiesta sería en su casa, dentro de 3 días.
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EL VUELO DE LAS GOLONDRINAS | FINALIZADA
AcakHarry, Duque de Montarier, parecía alguien bastante interesante. El pensamiento aún más firme de mantenerse apartado de la especie más baja de ese mundo, le rondaba la cabeza; pero algo lo hacía querer seguir ese camino del cual se había alejado. A...