Cap. 14 • Noticias •

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Félix despertó ante las caricias en su cabello y cintura, volteó y se encontró con una muy bella sonrisa, Christopher lo miraba como si fuera la cosa más bella del mundo y mentiría si dijera que su corazón no palpitaba lo más fuerte que podía que creía que se salía de su pecho.

Antes de que pudiera decirle algo al pelirrojo este estaba besando sus labios suavemente al igual de un toque de algodón.

— Buenos días — saludó Chris con una sonrisa.

— Buenos días — rió — ¿Que tal dormiste?

— Ahh~ De lo mejor, fuiste mi almohada toda la noche y nunca había dormido tan bien — rió.

— Me alegro.

Félix suspiró con una sonrisa pero luego de pensar un momento se exaltó y se sentó de repente asustando a Christopher.

— ¿Qué?¿Que pasa?

— ¡Los niños!¡Los olvidamos toda la noche y — miró su reloj — ¿Toda la mañana?

— ¿Que hora es? — preguntó Chris.

— Las 12:24 — dijo Félix.

— Okay, hay que tomar un baño y vestirnos, vamos a tu hotel para ver a los niños.

Luego de ponerse de acuerdo, ambos se asearon y se vistieron para ir al hotel de Félix, la señora que los cuidaba estaba en recepción así que llegaron con ella directamente.

— Buenas tardes — saludó Félix.

— ¡Ah hola jóvenes! — saludó la señora con una sonrisa — Sus pequeños están bien, están en su habitación viendo televisión, hace unos minutos estaba con ellos.

— Gracias, con permiso.

— Propio.

Ambos subieron las escaleras hasta llegar a la habitación, entraron y al instante se escucharon sus voces.

— ¡Papá! — Daniel brincó a los brazos de su padre.

— ¡Hey! Hola campeón ¿Que tal?

— Anoche estuvo muy padre la noche, la señora Campos es muy amable, nos trajo leche y galletas también nos compro pizza, estuvimos en una serie de películas de Avengers! — contó el pequeño con emoción.

— ¡Woaho! Se divirtieron mucho ¿Eh? — dijo Félix. 

— ¡Si! — contestó alegre Chaewon.

— Bueno me alegro — Chris sonrió. 

— ¡Ah! Por cierto papi...

La pequeña de trenzas caminó hasta la pequeña mesa de la habitación y tomó unos sobres que habían ahí para luego entregárselos a sus padre.

— Ayer por la noche unos minutos después de que te fueras llegaron estas cartas para ti, la señora Campos me las entregó y me dijo que en cuanto regresaras te las diera — explicó Chaewon.

— Gracias hija.

Félix se apartó de los tres para leer las cartas, al fondo Chris jugaba con los niños mientras Lee comenzaba a abrir los sobres.

Todos eran del banco.

Cada uno contenía casi el mismo escrito, decía que sus cuentas estaban congeladas y su dinero estaba por agotarse, uno de ellos decía que sus tarjetas estaban a nada de expirar, cosa que le congeló la sangre a Félix.

— Esto no puede ser...

— ¿Que pasa? — Chris se acercó — ¿Estás bien?

— No yo... Estos papeles son del banco, dicen que mi dinero está por acabarse y que mis cuentas están congeladas, mi tarjeta está por expirar y no entiendo por qué — explicó con angustia.

— A ver pero ¿Esto es verdad? — preguntó — ¿Hace cuánto que no revisas tus cuentas?

— L-la semana pasada, yo mismo fui al banco a verificar cuanto dinero me quedaba y como estaban todas mis cuentas, en mi cuenta tenía poco más de medio millón aún tenía capital, y aquí me dice que solo tengo miles, esto no me alcanza para estar una semana más aquí, probablemente solo me alcanza para los boletos de avión y tren yo no-

— A ver, a ver, calma Félix tranquilo, tal vez todo esto sea un error, no puede ser que de la noche a la mañana te hagan esto, debe haber una solución no lo vamos a dejar así.

— T-tengo que ir al banco y verificar todo esto — anunció Félix.

— Yo voy contigo.

— ¿Seguro? No podemos dejar a los niños solos otra vez...

— Vayan sin cuidado — una voz los llamó desde la puerta — Yo me haré cargo de los niños ustedes vayan y solucionen esto.

— ¡Gracias señora Campos! De verdad — Félix sonrió.

— No hay de que, vayan.

Chris asintió y salió con Félix rumbo al banco de la ciudad, esperando que todo haya sido un error.

— Señora, hicimos lo que nos pidió con las cuentas, están congeladas y no podrá sacar más que 10

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— Señora, hicimos lo que nos pidió con las cuentas, están congeladas y no podrá sacar más que 10.000 AUD para su regreso.

— Perfecto, ya es hora de que asiente cabeza.

— ¿Y que haremos si se niega?

— Le quitan la custodia de la niña.

— Entendido.

UN VIAJE POR VALENCIA | Chanlix | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora