Cap. 6 • Vecinos •

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Luego de regresar del café, todos decidieron regresar a casa, ambos chicos tomaron un taxi abrazando a sus respectivos hijos que yacían dormidos en sus brazos.

Chris le dijo al chófer que lo bajara en una colonia que estaba cerca del centro, Félix dijo que iban al mismo lugar, el chófer dió marcha al auto y comenzó el recorrido.
Entre las luces de la noche y los rústicos edificios reflejándose por la ventana, Christopher miró a su hijo quien iba dormido y que su rostro se iluminaba cada que pasaban cerca de un poste de luz, luego dirigió su mirada a la pequeña niña de trencitas que había conocido esa noche. Era idéntica a su padre, tenía los mismos ojitos pizpiretos y la misma sonrisa, pudo ver qué también el mismo corazón, la niña era tan educada como su papá, bueno, no tanto al soltarle esa tremenda cachetada. Christopher rió al recordar ese incidente, pues a pesar que le dolió le daba gracia que aquel hombre reaccionara de esa manera. Su risita llegó hasta los oídos de Félix, quién al instante volteó.

— ¿Ocurre algo? — preguntó Fefi.

— ¿Mm? Oh lo siento — Christopher rió — Es solo que, me acordé en aquel momento en que me diste ese golpe.

— ¡Oh vamos! No es necesario recordarlo — rió — Lo siento, de verdad.

— No te preocupes, al menos tendré una anécdota más que contar cuando llegue a casa — sonrió.

— ¿Así que piensas en volver?¿Quieres regresar a tu casa? 

— ¡Por supuesto! Quiero ver a mis padres, mis hermanos... Ellos quieren ver a Daniel, siempre es por video llamada, pero es otra cosa verlos y abrazarlos, sentir el calor de tu hogar otra vez — Christopher sonrió — ¿Tu por qué quisiste viajar, si se que fue por qué ganaste mucho dinero pero... Te vez joven sin ofender.

Félix suspiró al recordar aquella etapa de su vida, fue realmente duro, y no quería recordarlo.

— La verdad es que, cuando era más joven-

— A-ah, disculpen — el chófer interrumpió hablando inglés — Siento interrumpir pero estamos en la colonia zona centro, así que si me dicen dónde es su domicilio les agradecería.

— ¡Ah! No se preocupe, caminamos desde aquí, bueno al menos yo — anunció Félix.

— Por mi parte es lo mismo, mi hotel está cerca de aquí.

— Ah bien, entonces son 30 € señor — dijo el chófer mirando a Christopher.

— Claro — sacó su cartera.

— ¿Y de mi parte? — preguntó Félix.

— ¡Oh! ¿No vienen juntos? — preguntó el chófer confundido — ¡Lo siento, pensé que eran una pareja y más a un con los pequeños que traen en sus brazos, de verdad lo siento.

— No se preocupe — Christopher rió — Aquí está, tome, yo pago de los dos.

— ¿Qué? No- — Félix quiso reprochar.

— Tranquilo no pasa nada, ahora vamos.

Ambos hombres bajaron del auto abrazando a sus hijos dormidos, la noche era algo fresca, así que se quitaron sus abrigos y se los pusieron a sus hijos como cobertor.

Christopher divisó cerca al hotel donde se quedaba, así que lo anunció.

— Ese es mi hotel — señaló el edificio — ¿Dónde queda el tuyo?

— ¿Ese es tu hotel? — preguntó Félix y Chris asintió — Vaya, el mío es el de a lado — rió.

— ¡Woah! Que coincidencia — rió — Bueno, entra, yo esperaré a que entres.

— Muchas gracias Christopher — sonrió — Por cuidar de mi hija y una vez más lo siento por el golpe — sonrió apenado.

— No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo si Daniel estuviera extraviado — sonrió — Bueno, que tengas buena noche vecino.

— Igualmente vecino — Félix rió.

Luego de una sonrisa más, Félix caminó con su hija en brazos y entró al edificio donde tenía alojamiento, Christopher entró luego de estar seguro que el muchacho había entrado.
Mientras subía las escaleras, una vocecita le llamó la atención.

— ¿Es bello verdad?

— ¿Daniel? — enderezó a su hijo para que quedara enfrente de el aún abrazándolo — ¿No estabas dormido?¿Que escuchaste?

— Todo, todo el tiempo — el pequeño niño rió — Es hermoso y amable, su hija es una buena niña — sonrió — ¿Nos lo quedamos?

Chris rió mientras entraba a su cuarto.

— Por su puesto que no — Christopher sonrió — No nos lo podemos quedar por qué no es nada nuestro.

— Pero lo encontramos en la calle y lo que es de la calle no es de nadie entonces podemos quedarnoslo — Daniel sonrió ante su inteligente argumento.

— Eres igual de loco que yo hijo, por ahora confórmate con que es nuestro vecino — Chris rió — ¿Estámos?

— ¡Estamos!

— ¡Eso! Ahora a la cama.

Chris alzó en el aire a su hijo en forma de avión el niño rió y Chris también, ambos estaban más que felices por aquel chico que había entrado a sus vidas y que casualmente era su vecino.

UN VIAJE POR VALENCIA | Chanlix | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora