Capitulo 44.

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Capitulo 44.

Camine por el pasillo en busca de la habitacion 108. Ahi estaba el.

106, 107... ¡Aja! Habitacion 108. Loteria.

Abri la puerta y entre sigilosamente, ahi estaba el, acostado con un respirador.

-Mateo.- Susurre.

El yacia en la cama, pareciera que estaba dormido, bueno, lo estaba, pero en el limbo entre la vida y la muerte, todo por culpa de Aspen, mi... tio.

Me acerque a la cama tranquilamente, ahi estaba el. Aunque mis padres lo hayan adoptado le encontraba un ligero parentezco con papa, tenian la misma nariz y sus ojos estaban algo separados...

Me sente a la orilla de la cama. ¿Como podia sentir tanto afecto por mi violador? Bueno, es que al fin y al cabo es mi hermanastro. El amor es extraño, demasiado.

Note que sus pestañas aletearon un poco, habia intentado parpadear.

-¿Mateo?.- Dije.

No obtuve ninguna respuesta.

-Mateo.- Volvi a decir.- Soy yo, Christian, bueno, se que es extraño pero, vengo a entregarte mi don. De seguro te haz de preguntar; ¿Como lo hara?, pero, bueno, soy una absoluta asi que si quiero, puedo.- Me sentia como una estupida hablandole a la nada.

Mateo abrio los ojos de a poco, cuando termino me vio ahi y su pulso acelero.

-¿Que haces aqui?.- Dijo.- No me hagas daño... Y, por cierto, linda venda.

-No estoy aqui para hacerte daño... Y callate, Taylor intento matarme.

-Fantastico. Entonces... ¿Que haces aqui?

-Demonios, ya lo explique...

-Lo sé, te escuche, que... Emotivo.

-¿Entonces para que preguntas?

-No lo podia creer, bueno, no puedo; ¿Entregar tu don? ¿Por amor?

-¿Como sabes que por amor?

-Christian, es el poder mas fuerte, lo deduje.

-Bueno, quiero hacerlo, quiero entregarte mis dones...

-Estoy apunto de morir, nuestro tio intento matarme, el quiere los dones, dáselos a el, yo ya no los usare.

-Que optimismo.- Dije.- Y, ni creas que se los dare a Aspen, el quiere dárselos a su estupida unineuronadita Shirley...

-¿La que te bajo el novio?

-¿Como es que sabes todo de mi vida?

-Secreto.

-Vale, vale, entonces, quiero entregarte mi don y...

-No.

-Pero, Mateo...

-Christian, no dejare que me lo des.

-No tienes que dejarte, puedo entregartelo y como eres el unico en esta habitacion de descendencia Difaglio tu lo recibiras.

-Yo no lo quiero, si me rehuso tu don quedara flotando en esta habitacion, y no queremos eso.

-Bueno, si, pero...

Me interrumpi ya que Mateo empezo a hiperventilar.

-¿Mateo? ¿¡Mateo?! ¡Doctor! ¡Venga! ¡Necesito ayuda!

Pero nadie entraba.

-Mateo, aguanta, viene alguien.- Pero le estaba mintiendo, no podia hacer nada, se estaba llendo. Con nuestro padres.

Prohibido EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora