Daniel cayo al suelo con su pecho ensangrentado.
-¡Daniel!.- Dije yendo a el.- Daniel, que hiciste...- Las lagrimas se arremolinaron rapidamente tras mis ojos.
-Te dije que daria mi vida por ti.- Dijo con un gran esfuerzo.
En mi boca se formo una sonrisa.
-Ponte... tu...
-¿Mi que? ¿Que me ponga que?
-Tu...
Y, entonces, lo entendi.
-¡Basta de cursilerías!.- Grito Aspen acercandose peligrosamente.- Dame el don.
-No.- Dije y en un acto de valentia tire el bote al suelo, que se partio en pequeños pedacitos.- Si el don no es mio, mucho menos sera tuyo.
-¡NOO!.- Grito Aspen.- ¡El don! ¡Eres una estupida!.- Se inco ante el ahora destrozado botesito.
-Christian...- Hablo Daniel con la voz aun rasposa, su pecho seguia sangrando.- Tu don...
-Shh, no hables.- Dije, las lagrimas no tardarian en salir.
Tome a Daniel y lo saque de la casa como pude.
-¡Eres una malnacida!.- Gritaba Aspen mientras saliamos de su casa.
No pude alejarlo mucho de la casa, me sente en la banqueta y lo puse en mis piernas.
-Perdiste tu don...- Dijo.- Por mi...
Perfecto, eso fue lo que detono la bomba, de mis ojos comenzaron a salir lagrimas a cantaros, cayeron sobre la herida y, como lo planeaba, esta comenzo a sanar.
-Antes de que rompiera el botesito, intente transferir mi don otra vez a mi, sorpresivamente salio y entro en mi. Asi que rompi el botesito y Aspen creyó que el don se habia perdido.
-Christian.- Se limito a decir Daniel, que seguia recostado en mis piernas aunque ya estaba curado.
Antes de que pudiera decir nada tomo mi nuca y me acerco a el bruscamente, nuestros labios se fusionaron.
A la goma el enojo, Daniel es el chico que amo y no lo pienso perder por mi orgullo.
Segui besandolo a mas no poder, pero, aun asi era el beso mas tierno que me habian dado nunca.
De mis ojos volvieron a salir lagrimas, pero ahora de felicidad.
-Te amo.- Dijo Daniel al separarse.- Te amo y nunca dejare de hacerlo.
-Tambien te amo, Daniel.- Dije y volvi a besarlo.
Nos levantamos y fuimos al auto.
-Pase usted, mi lady.- Dijo Daniel abriéndome la puerta del auto.
Fingi una reverencia y entre.
-Gracias, caballero.- Dije.
Daniel rodeo el auto y entro.
-¿Me llevas a mi casa, amor?.- Pregunto Daniel.
-Claro.- Dije y arranque el auto.
-Vamos a ver que tienes de musica.- Dijo y encendio el radio, entonces comenzaron a sonar los chicos que le gustan a Lana... ¡Lana!
-¡Diablos!.- Dije, di un volantazo y me dirigi calle abajo.- Deje a Lana en el antro, tengo que pasar por ella, a de estar borracha.
-Auch.- Dijo Daniel, que se habia golpeado la cabeza con el vidrio.- Si querias darme una leccion me hubieras avisado.
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Prohibido Enamorarse
Teen FictionChristian Difaglio, hija de una pareja millonaria con franquicias bancarias en todo el mundo, es una joven normal, con una inteligencia muy grande pero sin el amor de sus padres fallecidos cuando ella acababa de cumplir los 12 años. Un suceso en l...