Capitulo 50

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Daniel cayo al suelo con su pecho ensangrentado.

-¡Daniel!.- Dije yendo a el.- Daniel, que hiciste...- Las lagrimas se arremolinaron rapidamente tras mis ojos.

-Te dije que daria mi vida por ti.- Dijo con un gran esfuerzo.

En mi boca se formo una sonrisa.

-Ponte... tu...

-¿Mi que? ¿Que me ponga que?

-Tu...

Y, entonces, lo entendi.

-¡Basta de cursilerías!.- Grito Aspen acercandose peligrosamente.- Dame el don.

-No.- Dije y en un acto de valentia tire el bote al suelo, que se partio en pequeños pedacitos.- Si el don no es mio, mucho menos sera tuyo.

-¡NOO!.- Grito Aspen.- ¡El don! ¡Eres una estupida!.- Se inco ante el ahora destrozado botesito.

-Christian...- Hablo Daniel con la voz aun rasposa, su pecho seguia sangrando.- Tu don...

-Shh, no hables.- Dije, las lagrimas no tardarian en salir.

Tome a Daniel y lo saque de la casa como pude.

-¡Eres una malnacida!.- Gritaba Aspen mientras saliamos de su casa.

No pude alejarlo mucho de la casa, me sente en la banqueta y lo puse en mis piernas.

-Perdiste tu don...- Dijo.- Por mi...

Perfecto, eso fue lo que detono la bomba, de mis ojos comenzaron a salir lagrimas a cantaros, cayeron sobre la herida y, como lo planeaba, esta comenzo a sanar.

-Antes de que rompiera el botesito, intente transferir mi don otra vez a mi, sorpresivamente salio y entro en mi. Asi que rompi el botesito y Aspen creyó que el don se habia perdido.

-Christian.- Se limito a decir Daniel, que seguia recostado en mis piernas aunque ya estaba curado.

Antes de que pudiera decir nada tomo mi nuca y me acerco a el bruscamente, nuestros labios se fusionaron.

A la goma el enojo, Daniel es el chico que amo y no lo pienso perder por mi orgullo.

Segui besandolo a mas no poder, pero, aun asi era el beso mas tierno que me habian dado nunca.

De mis ojos volvieron a salir lagrimas, pero ahora de felicidad.

-Te amo.- Dijo Daniel al separarse.- Te amo y nunca dejare de hacerlo.

-Tambien te amo, Daniel.- Dije y volvi a besarlo.

Nos levantamos y fuimos al auto.

-Pase usted, mi lady.- Dijo Daniel abriéndome la puerta del auto.

Fingi una reverencia y entre.

-Gracias, caballero.- Dije.

Daniel rodeo el auto y entro.

-¿Me llevas a mi casa, amor?.- Pregunto Daniel.

-Claro.- Dije y arranque el auto.

-Vamos a ver que tienes de musica.- Dijo y encendio el radio, entonces comenzaron a sonar los chicos que le gustan a Lana... ¡Lana!

-¡Diablos!.- Dije, di un volantazo y me dirigi calle abajo.- Deje a Lana en el antro, tengo que pasar por ella, a de estar borracha.

-Auch.- Dijo Daniel, que se habia golpeado la cabeza con el vidrio.- Si querias darme una leccion me hubieras avisado.

Prohibido EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora