-¿Soy... Soy el amor de tu vida?.- Pregunto el, quitandome un mechon de la cara.-Hmm, hoy que Aspen te disparo, me di cuenta que no quiero a nadie mas a mi lado, no necesito a nadie mas a mi lado. Me di cuenta que te amo y nunca dejare de hacerlo, me di cuenta que contigo quiero pasar el resto de mi vida, quiero que seas mi siempre.
-Entonces creo que el disparo valio la pena.- Dijo el acercandose aun mas a mi.
-Supongo que si.- Dije poniendo mis antebrazos sobre sus hombros.- ¿Crees que ya tengamos que irnos? Me encanta este lugar, gracias.- Ambos hablabamos en susurro, como si no quisieramos que nadie se enterara que estabamos ahi.
-Tengo una idea.
-¿Que sucede?
-Que tal si nombramos a este nuestro lugar especial.- Una sonrisa se formo en su rostro.- Claro, despues de la azotea del edificio medio abandonado.
-Me encanta la idea.- Di unos 3 mini saltitos.- Pero ¿Queda muy lejos de la ciudad, no?
-Si, Christian, pero, recuerda que el camino siempre es largo para llegar a lo que deseas.
-Que hermosa frase.- Dije acercandome a el, nuestros labios se rozaban, despues de algunos jugueteos se fusionaron en un beso.
***
-¿Como encontraste este lugar?.- Le pregunte a Daniel; estabamos acostados en el pasto a la orilla del lago, ya estabamos vestidos.
-Cuando era pequeño mi padre me traia aqui a andar en lancha, nosotros veniamos al atardecer y era hermoso; crei que el amanecer seria igual o mejor.
-Vaya, y ¿Sigues viniendo con tu padre?
-No, ha estado muy metido en su trabajo, aveces ni siquiera recuerda que tiene un hijo.
-Lo siento tanto.- Dije y me acurruque en su pecho.
-No es tu culpa, corazon, no te sientas mal.- Me dijo acariciandome el cabello.
-Yo te hare muy feliz, te lo prometo.- Le dije volteandolo a ver.
-Ya lo haces, Christian, ya lo haces.- Dijo y me dio un beso.
Estabamos besandonos tranquilamente cuando un disparo a un arbol muy cerca de nosotros nos separo.
-¿Escuchaste eso?.- Pregunto Daniel parandose al instante.
-Si, fue un...- Mi voz fue interrumpida por otro balazo, al mismo arbol.
Intentaban dispararnos a nosotros.
-Vamonos.- Dijo Daniel.- No te levantes, gatea.
Asenti y fui a gatas por nuestras cosas.
Los disparos comenzaron a duplicarse, cada vez mas rapidos.
-¡Corre, Christian!.- Grito Daniel, fui hacia el y me protegio con su brazo mientras corriamos fuera del bosque con la cabeza gacha. Todo esto era obra de Aspen, estaba segura.
Gracias a Dios no se llevaron ni sabotearon la bicicleta, asi que nos subimos y pedaleamos rapidamente. Cuando estuvimos seguros de que no nos estaban siguiendo paramos.
-¿Estas bien? ¿Te hicieron algo?.- Daniel bajo de la bicicleta y fue hacia mi, me tomo en brazos y me abrazo muy fuerte.
-Estoy bien, amor.- Dije correspondiendole el abrazo.- ¿A ti te hicieron algo?
-No, amor, logramos escapar a tiempo.
-Perdoname, si te hubieran hecho algo, seria mi culpa...- Dije separandome del abrazo.
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Prohibido Enamorarse
JugendliteraturChristian Difaglio, hija de una pareja millonaria con franquicias bancarias en todo el mundo, es una joven normal, con una inteligencia muy grande pero sin el amor de sus padres fallecidos cuando ella acababa de cumplir los 12 años. Un suceso en l...