-¿De que te ries?.- Pregunto Daniel intentando agarrar a Lana, que se habia desmayado sobre el.
-Es mi mejor amiga y esta borracha, te acaba de besar y no siento ni una pizca de celos, desde alguna perspectiva eso es gracioso.
-Creo que no vemos la misma perspectiva, ahora apesto a alcohol.- Dijo Daniel, Lana seguia como muñequita de trapo sobre sus brazos, eso si se lo envidiaba.
-Creo que creo lo mismo.- Dije.- Bueno, llevemosla al auto.
Daniel la cargo,fuimos al auto y la avento al asiento de atras.
-¿No despertara?.- Pregunte, parando en un alto.
-Si.- Dijo Daniel.- Probablemente en una semana, minimo.
-Tu y tu sarcasmo.- Acelere de golpe, haciendo que Daniel chocara con el respaldo del asiento.
-Ufff, que mala eres, Christian.- Dijo el, su sarcasmo podia sentirse a kilometros de distancia.
-Callate.- Dije dando vuelta y entrando a una calle que daba a mi edificio.
-Bueno.- Dije estacionando el auto frente a la puerta de este.- Tu la subiras cargando ¿Cierto?
-¿De quien es la mejor amiga?.- Pregunto el.
-Yo no pienso cargarla, morire.- Dije.
-¡Feliz hanuka!.- Escuchamos la voz de Lana. Al voltear la vimos sentada entre los 2 asientos delanteros, tenia los ojos cerrados y una sonrisa enorme.
-¿Ah?.- Pregunte mirandola.
-1 margarita, porfavor.- Hizo un ademan con la mano y volvio a caer inconciente al sillon.
Tuve que morderme el labio inferior para no estallar de risa.
***
-Lo menos que puedes hacer es abrir la puerta.- Dijo Daniel, que traia a Lana sobre el hombro como un costal de papas.
-Ya voy, espera.- Dije subiendo las ultimas escaleras.- Hace 1 hora cai de algunas escaleras, algun moreton he de traer en alguna parte del cuerpo.- Llegue a donde Daniel y meti mi mano en el bolsillo.
-Daniel.- Dije.- Las llaves no estan... Mierda, las deje en el auto.
-¡Como se te ocurre! Christian, no pensaras que...
Yo lo mire y sonrei tiernamente, parpadee repetidas veces y mis ojos brillaron mas de lo normal.
-Sosten a la chica.- Dijo Daniel con fastidio, tirandome a Lana encima.
-Claro, mi capitan.- Dije, pero Daniel ya no estaba.
Sente a Lana en las escaleras y esperamos juntas.
-Asi que...- Le dije al cuerpo inconciente.- Lana ¿Huh? Eres linda, y...- Hize mi cabello para atras y voltee al final del pasillo; podria jurar que habia alguien ahi, me levante y di pequeños pasitos intentando acercarme.
-Ten.- Me dijo Daniel poniendome las llaves en las manos.- ¿Christian?
Desperte de mi ensoñacion y sonrei, talvez era otro efecto secundario de mi primera borrachera.
Abri la puerta y encamine a Daniel al cuarto de Lana, entramos y la tiro en la cama.
-¿Que te sucede?.- Dije.
-¿Que? Es una cama, no le puede pasar nada.
Rode los ojos y me dispuse a quitarle los zapatos a Lana, al finalmente haber terminado mis deberes me acerque a Daniel, mi diosa griega que llevaba dentro pedia a gritos algo de accion esta noche, pero mi conciencia me decia que no. ¿A quien irle?

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Prohibido Enamorarse
Novela JuvenilChristian Difaglio, hija de una pareja millonaria con franquicias bancarias en todo el mundo, es una joven normal, con una inteligencia muy grande pero sin el amor de sus padres fallecidos cuando ella acababa de cumplir los 12 años. Un suceso en l...