Todos miramos el libro con los ojos como platos.
-¿Por qué nos lo devolvió?.- Murmuro Daniel, tomando con cuidado el libro.
-¿Devolver qué? ¿Quién? Chicos, no entiendo...- Dijo Luke, en verdad estaba confundido, pero con la cercanía que tiene con Jennifer no planeo contarle nada.
-Ah, nadie, se está haciendo tarde, Luke, tal vez tengas que ir ya a tu casa.- Dije con la voz un poco entrecortada.
Lana solo asintió y comenzó a empujar a Luke hasta la puerta.
-Esta chica es de armas tomar ¿No?.- Dijo Tyler.
Lana volvió y todos comenzamos a examinar el libro. Aspen nos lo había devuelto intacto, revisamos casi hoja por hoja, todo estaba ahí.
-No tiene sentido.- Dijo Daniel mirando la contraportada del libro.- Tiene que haber algo. ¿Por qué nos lo devolvería intacto?
Lana comenzó a escribir rápido en su celular y me lo paso para que leyera.
-"Tal vez solo le dio una leída y nos lo devolvió, o hizo notas en una libreta".- Leí del celular de Lana.
-Lana tiene razón.- Dijo Tyler cruzando sus brazos.- Tal vez Aspen solo quiere hacer que pensemos y nos sugestionemos, está jugando con nuestro subconsciente.
Un silencio inundó la habitación, nadie hablaba, ni siquiera una pequeña opinión, tal vez esto estaba saliéndose de control y nadie sabía qué hacer.
Tyler miró su reloj.- Tengo que irme, Christian, si necesitas algo puedes llamarme ¿De acuerdo?
-Sí..- Conteste secamente, Tyler pasó por el umbral de la puerta de mi habitación y camino dispuesto a abandonar el apartamento, Lana lo siguió y yo sabía que después iría a su habitación, siempre hacia un ritual de belleza antes de dormir, y ella odia dormir tarde.
En la habitación solo quedamos Daniel y yo, el dichoso libro estaba en sus manos y el no dejaba de observarlo.
-Daniel, yo...
-¿Tú qué?.- Contestó él a la defensiva.- ¿Siempre "tú ", no es así? Basta, Christian, también nosotros salimos perjudicados y solo piensas en ti, no... No te entiendo.
-No me hables así... Sé que esto es mi culpa, y en verdad lo siento, pero nadie los obligó a entrar a esto conmigo...- Después de decir eso pensé en lo mal que sonó.
-¿En verdad dijiste eso? ¿Ahora nos echas la culpa a nosotros por querer ayudarte? No te reconozco...
-Perdón, ambos estamos estresados y estamos diciendo cosas que no.- Intente solucionar el problema, coloque una mano sobre la de Daniel, las cuales estaban sobre el libro.
-¿Quieres que me quede?.- Se limitó a decir Daniel.
Mi corazón estaba seguro de un "Sí", y yo también, pero algo me dijo que no dijera eso, había algo en mí que no me permitía decirlo.
-No... No sé.- Murmuré con lágrimas en los ojos.
Daniel cerró los ojos, ambos estábamos sufriendo. Dejó el libro en la cama y se dispuso a salir de la habitación, pero paró en el umbral.
-¿Dónde está la Christian de la que me enamoré?.- Dicho eso salió cerrando la puerta con delicadez.
Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos a cántaros, esa última frase me había dolido, porque lo peor era que ni siquiera yo sabía dónde estaba la Christian de antes, la que aún no era una absoluta completa.
Me levante de la cama y me dirigí al baño, al estar frente al espejo me quite los lentes y decidí ver mi futuro.
Ni siquiera podía concentrarme, la base de mi don, mis sentimientos, estaban hechos un revoltijo dentro mío, lo único que logre ver fue flashasos de mí en la fiesta de Shirley, ella gritándome y reclamándome, segundos después todos venían contra mi.

ESTÁS LEYENDO
Prohibido Enamorarse
Novela JuvenilChristian Difaglio, hija de una pareja millonaria con franquicias bancarias en todo el mundo, es una joven normal, con una inteligencia muy grande pero sin el amor de sus padres fallecidos cuando ella acababa de cumplir los 12 años. Un suceso en l...