[3] ♡El Starlight♡

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Estaba en mi habitación junto con Kiara mirando su teléfono, mi clóset yacía abierto a la par y mi cuarto se encontraba en medio de una avalancha de ropa.

Me miraba frente al espejo pasando de vestido en vestido sobre mi ropa para ver que tal me queda y creí que entraría en un colapso cuando no conseguía que usar para mi noche con los grandes Lewis.

—Kya, tranquila. No importa lo que te pongas, siempre te verás hermosa—sonríe Kiara poniéndose de pie para posarse a mi lado.

—Es que nunca me habían invitado a salir—la miro eufórica—y mucho menos tres chicos como ellos—argumento nerviosa y ella suelta una melódica risa.

—Ponte este—me señala uno que se encontraba sólo en el perchero de mi clóset.

La detalle con un mohín de desagrado y negué con la cabeza.

—No me queda bien—respondo buscando más atuendos entre todo el desastre. 

Kiara rueda los ojos y camina hasta el vestido para tomarlo y lanzarlo en mi cara. 

—Pruébalo—pide con voz autoritaria. 

Me muerdo los labios y luego suspiro al notar que no dejará de insistirme.

Rendida, me pruebo el vestido rojo que tanto ella deseaba verlo puesto en mí.

Salgo del baño muerta de la vergüenza y ella abre los ojos como platos al verme salir. Suelta un chillido que me obliga a cubrirme los oídos y se levanta con una sonrisa muy grande. 

—Definitivamente irás con ese, y no quiero peros—demanda y arrugo la nariz viéndome otra vez en el espejo.

Era un vestido rojo muy corto que se ceñía a mi figura, poseía delgados tirantes en los hombros y dejaba toda la espalda al descubierto.

Me detallo desde diferentes ángulos y poco a poco me convenzo de que este será el vestido que usaría para esta noche.

Kiara me ayuda con el cabello y maquillaje, ya que ella literalmente era toda un experta en eso, y al terminar conmigo me hace dar una vuelta diciéndome piropos. 

Si tienes la autoestima baja, te recomiendo que acudas a Kiara, esa chica aunque estés vestida con una bolsa de basura te dirá lo fantástica que luces y que los demás que opinen algo negativo que se vayan al carajo.

—¿En serio no te gustaría ir conmigo?—le insisto al bajar las escaleras.

—Es tu noche y quiero ver que la disfrutes sin distracciones. Además, después me contarás que tal te fue eh—me guiño un ojo coqueta y suelto una risita entretenida. 

Llegamos a la sala y diviso a mi padre salir de la cocina, descalzo y con una taza de té en la mano mientras es seguido por Cooki. Al principio no se percató de la presencia de Kiara y la mía, pero en el momento en que puso un pie dentro de su oficina, inclinó su espalda hacia atrás y se asomó por el pasillo para vernos con una ceja enarcada.

—¿Y tú para dónde vas?—inquiere caminando hasta ambas y los nervios me atacaron. 

—Al nuevo club que abrieron hace unos días a unas cuadras—informó Kiara sonriente.

—¿Tú irás con ella?—interroga el mayor y empecé a juguetear con mis dedos detrás de la espalda para no entrar en pánico.

—No, irá con los lindos chicos Lewis—fanfarronea mi mejor amiga y sentí como si me hubieran dado una cachetada.

Oh no, ahora sí viene la tercera guerra mundial.

—¿Lindos chicos Lewis?—repite papá clavando sus ojos en mí.

Una Trilogía Perfecta #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora