Una Trilogía Perfecta #1

[4] ♡Vóleibol♡

Estaba caminando por el pasillo del instituto con Kiara mientras le contaba todos los detalles de anoche. Ella empezó a decir coqueterías cuando le conté que baile con Thiago. También le mencioné acerca de lo de Dylan y de lo triste que me resultaba el tema, ella dijo unas cuantas palabrerías y negó con la cabeza repetidas veces.

—Te dije desde un inicio que era un imbécil—reprochó Kiara con desdén y se cruzó de brazos indignada.

—Lo sé—afirmé cabizbaja—pero no puedo sacármelo de la cabeza tan rápido.

—Vamos Kya, ahora que estás acompañada de los chicos Lewis te aseguro que tu vida cambiará tanto que ya ni recordarás la existencia de ese capullo—sonríe orgullosa—tan solo mira como eres tendencia por los pasillos—hace un énfasis a nuestro alrededor y me percato de que todos tienen sus ojos sobre mí.

Me sonrojo de inmediato y sigo caminando con la vergüenza corriendo por mis venas.

De repente, como si de una luz magistral se tratase, veo a Dylan caminar junto a nosotras con las alabanzas de los ángeles a su alrededor. Me quedo estática observándolo embelesada y Kiara se detiene a mi lado al ver como dejé de caminar.

Una punzada se sintió en mi estómago al recordar la escena de ayer y no logro evitar quitar mis ojos de encima de él, pues el shock había sido tan grande que creí haberme quedado petrificada por siempre.

Dylan se detiene y nos mira a Kiara y a mí con una inmensa sonrisa decorándole sus finos labios.

—¡Kiara!—saluda alegremente a la nombrada y tuerzo la boca en una mueca—¿Cómo estás?—preguntó carismático.

—Ahora viéndote frente a mí, mal—le regaló una risa sarcástica.

El chico parece relajado, ya se había acostumbrado a la actitud defensiva de Kiara hacia él.

Dylan alza las cejas divertido y luego su mirada se clavó en mi cuerpo tensado.

—Kya, ¿Cierto?—interpeló y busco la forma de no actuar como idiota otra vez.

Asiento lentamente con la cabeza.

—Te vi ayer en el Starlight, pensé que eras una chica de libros y estudios, pero veo que me equivoqué—ríe y me muerdo los labios tratando de mantener la calma.

—Sí, me gusta mucho salir—solté con ironía, pero él no lo notó.

—¿Estabas con los nuevos? ¿Verdad?—inquiere y no sé porqué me da la sensación de que a sonado un tanto receloso.

—Sí—afirmé sonriendo.

—¿Y la pasaron bien?—interrogó con una ceja enarcada.

—De maravilla—fingí alegría. 

Noté un brillo de ira pasar por sus ojos, pero lo ocultó pasándose las manos por el cabello.

—Ya veo—masculla.

—Estaba con la trilogía perfecta—Kiara levanta sus brazos—que esperabas.

Dylan rueda los ojos. 

—¿Quién les puso ese nombre?—rechista.

—Ahora todos en el instituto los llaman así—menciona con orgullo—y además, si son perfectos.

El castaño parece no agradarle la conversación y luego vuelve a observarme con los ojos achicados.

—Se me hace tarde, las veo después—nos sonríe y desaparece por el pasillo tal cual vino.

—¿Viste eso?—me pregunta Kiara cuando Dylan no está.

—¿Qué cosa?—cuestiono siguiendo por nuestro camino.