Terminé de dar un último trazo en mi lienzo y Norman me sonrió orgulloso diciéndome que he hecho un gran trabajo.
—Siempre mejoras, Kya—me acaricia el hombro.
—Gracias, Norm—esbozo una sonrisa.
Miro a Thiago que acababa de finalizar su obra maestra, luego a Jung que tenía la cara llena de pintura sin siquiera haber empezado y a Jayden haciendo una mueca mientras pintaba.
La hora termina y salgo con los chicos y Kiara a una pizzería cerca de las escuela para charlar un poco y disfrutar de lo que queda del día.
Jayden ha estado menos triste que estos últimos días y eso me hace realmente feliz.
Jung come un trozo de pizza y éste se le cae de forma torpe obligándolo a refutar.
—Jung, tienes una inteligencia igual a la temperatura de la Antártida—se queja Kiara burlona y el asiático frunce el ceño.
—¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo es?
—Demasiado baja para cualquier ser humano.
Él la fulmina con la mirada y ella sigue burlándose de sus desgracias.
—¿Y dinos, Kya... Qué tal tu día de ayer? Habías estado perdida, no te vi por ningún lado—habla mi mejor amiga con un tonito que reconozco a la perfección y los tres hermanos fijan sus ojos en mí haciéndome encogerme en mi puesto.
—Eh... E-Estaba....—miro a Jayden y él a través de sus iris azulados me dice algo—había ido a caminar un poco—mentí bajando la cara y él se relame los labios con un poco de ¿enojo?
¿Por qué estaba enojado?
—Oh ya, y tú Jayden ¿Por dónde estabas? Tampoco te vi después de clases—sigue interrogando Kiara con una sonrisa maligna.
Thiago y Jung miran a Jayden disimuladamente y el castaño termina de comerse su trozo de pizza sin perturbaciones.
—Estaba comprando unos discos en la tienda de música cerca de la escuela—también miente y no aparta sus ojos de los míos al llevarse la pajilla de su soda a la boca.
—¿Y tú que hacías, Kiara?—pregunto, tratando de desviar el aire tenso que creció de repente entre el castaño y yo.
—Estaba con Dany, me invitó a ir por un batido—canturrea tan embobada que juré que le saldrían corazoncitos de los ojos.
—Que dicha tienen algunos de poder estar con quien les gusta—murmura Thiago colocando su brazo sobre el espaldar de mi silla.
Y no sé porqué, pero sus palabras me dieron la impresión de que eran una indirecta.
—A veces el amor es complicado—musité para mi misma, pero Thiago me oye.
—Nosotros mismos somos los que ponen los obstáculos con las dudas—plantea viéndome fijamente y paso saliva por su mirada firme.
—¿Y cómo se puede vivir sin esas dudas si siempre te las recuerdan?
Él alza las cejas y toma otro trozo de pizza sin decir nada más.
Jung y Kiara notaron la tensión en el ambiente y el coreano solo hizo una mueca antes de arrugar la frente.
—¿Quién demonios pidió con piña la otra pizza?—nos detalló a cada uno acusadoramente.
—Yo—habla Kiara—es más rica así.
—Es una pizza, no un cóctel de frutas—bufa con desagrado.
—Pues si no te gusta no comas—le saca la lengua mientras se metía un gran bocado de dicha pizza en la boca.
Ojeo a Thiago, luego a Jayden y por último a Jung. Hago una mueca resentida y me pongo de pie poniendo mis manos sobre la mesa.
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Una Trilogía Perfecta #1
Romance¿Qué pasaría si un día tres chicos desconocidos llegan de una manera inesperada a tu vida invitandote al baile escolar? Los tres hermanos Lewis, son tan perfectos, pero ¿Con quién quedarse? Kya Wilson, una chica de 17 años, estudiante becada del in...