[10] ♡Perdidos♤

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Bajé las escaleras al oír el silbato de Arthur resonar por toda la cabaña. Corrí por los peldaños al escuchar tan estruendoso sonido y me encontré con los demás haciendo lo mismo.

Todos estábamos en la sala viendo al alto rubio que portaba una sonrisa gigante y nos reparaba conmovido al vernos usar el uniforme del campamento; camisa naranja y shorts azules.

Atisbo a Jung que está junto a Thiago y lo atrapo con sus ojos entornados sobre mi cuerpo y de manera automática desvío mi mirada hacia otro lado de la habitación con el rostro enrojecido. 

¿Ahora cómo diablos lo voy a ver a la cara?

El beso no deja de repetirse en mi mente haciendo de mi intento de concentración un fiasco. No entiendo ni la cuarta parte de lo que habla Arthur, pues mi cabeza no está en donde debería de estar.

Veo a todos asentir y yo hago lo mismo más perdida que Kiara en la clase de matemáticas.

—Entonces lo primero que haremos será ir en canoa hasta la pequeña isla que está del otro lado del lago para así poder hacer nuestra expedición allá y volveremos antes del anochecer para la fogata grupal—explica Arthur y un cosquilleo se apodera de mi estómago por la idea de tener que ir con los chicos a una isla desconocida.

—¿Y los otros grupos?—interroga Thiago confundido.

—Ellos harán otras actividades aburridas con sus guías, nosotros somos los mejores, los más aventureros y audaces—nos observa animado. 

—En lo de mejores si que tienes razón—alardea el moreno alzando sus cejas y Arthur ríe por su comportamiento.

—Entonces ¿Qué dicen? ¿Están preparados para la aventura?

Todos nos miramos y la primera en hablar soy yo.

—¡Claro que sí!—exclamo con felicidad y siento el pesado mirar de Cassie en mi nuca.

Noto como Jung alza el mentón y nos observa a ambos entre abriendo sus labios para hablar.

—Aventura es mi segundo nombre—muestra una sonrisa arrogante apoyando la causa.

—Bueno, si Kya va, yo también—Thiago me rodea con un brazo los hombros y Jung vuelca los ojos disimuladamente.

—No puedo dejar a estos idiotas solos, morirían en menos de tres segundos—Jayden se nos une pasándose los auriculares detrás de la cabeza.

—Suena divertido—Dylan sonríe viniendo con nosotros.

La última que queda es Cassie, quien nos detalla como si estuviéramos dementes. 

—¿Vendrás con nosotros?—pregunta Dylan ante el silencio de la joven con hebras de color cobrizo.

—Que más da—suelta un chasquido frunciendo el ceño mientras caminaba hasta el grupo—solo iré porque espero que un oso la devore—espeta moviendo con desagrado sus pómulos llenos de pecas que formaban constelaciones en la piel blanquecina de su rostro.

—Y yo casualmente iba esperando lo mismo—bramo con sarcasmo y Arthur nota la tensión entre ambas, cortándola al ponerse entre nosotras mientras que cada una se cruzaba de brazos por su lado.

—Bueno...—murmura con incomodidad acariciando su nuca—¡Que la aventura comience!—hace un movimiento alegre con su brazo y sale de la cabaña marchando, pero se detiene en la entrada al ver que no lo seguíamos—¿Qué esperan? ¡Vamos!—nos regala un ademán para que vayamos con él y con desdén todos comenzamos a ir.

Salimos de la modernidad de nuestro campamento para ir hacia un paradero desconocido.

Encontraba a varios estudiantes realizando diferentes actividades normales con sus guías en tanto el nuestro literalmente nos quería llevar a una isla que con tan solo verla te brindaba una mala espina.

Una Trilogía Perfecta #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora