Retomando la semana.
Carmen, mi profesora de diseño gráfico. Explica el tema de como dibujar la anatomía del cuerpo humano. Admito que dibuja espectacular. Sus dibujos en hojas tamaño carta, eran impecables. La actividad fue dibujar la anatomía. Si faltaba un intestino o una célula nos bajaría puntos.
Acabó la segunda hora de clase. Caminando por los pasillos hacia mi casillero. Ingresé el código. Saco de mi mochila el block de dibujo, colocándolo en la repisa metálica. Busco con la mano el libro de anatomía ilustrada que debía llevar a la siguiente clase, pero no estaba. Claro, se me olvidó buscarlo.
Cierro y sigo mi camino a la biblioteca. Me doy la vuelta cuando mis tripas suenan. Pido un jugo y un sándwich en la cafetería. Saludé a los chicos sentados en la misma mesa de siempre. Omar hizo un ademán con la mano para que me acercara. Les di mi respuesta con un «alto», que hice con la mano libre- el aperitivo lo tenía en la izquierda. El jugo en el antebrazo pegado a mi abdomen para que no se cayera.
Antes de llegar a la sala. Choco con un cuerpo, y no fue el del esqueleto plástico.
-Tenemos que dejar de encontrarnos así McCloud- comenta Zander.
Ohh. Si estudia aquí. Pensé que Omar y él se estaban siguiendo el juego.
-Fíjate que no haya nadie cuando retrocedas porfavor- manifiesto.
-Ni que fuera un coche para hechar retroceso- repicó.
Continúo mi destino.
Miro atrás disimuladamente- creo yo- Zander acomodaba su bolso.
Me gustaba la sudadera gris que vestía.
La bibliotecaria no me vio entrar. Limpiaba su escritorio cómodamente escuchando música con audífonos. Dejo la mochila en la mesa redonda. No di muchos pasos para llegar al estante. Cogí el gigantesco, el que cuenta el origen del cuerpo y esas cosas. Lo devolví a su sitio y alcance el animado, contenía menos páginas.
Maravilloso.
Zander. Apoyado de la mesa, observandome.
-¿Qué haces?- pregunto, tomando asiento.
-Revisando las redes, ¿Y tú?.
Aquí, nadando.
-Buscaba un libro- respondo.
-No te molesta que este aquí, ¿verdad?.- lo dice con una pequeña sonrisa en los labios.
No es un chico malo, es decir, si fuera uno de ellos Omar no sería amigo de él. A menos que mi amigo no supiera. Parecía amigable y divertido.
-Ya me iba- acercando mi mochila para levantarme.
-Tampoco me iba a marchar si decías que si. Hablemos, falta como media hora para regresar al aula- poniéndose cómodo.
-¿De qué quieres hablar exactamente?.-entrecierro los ojos con cierta desconfianza.
-Conocernos- sonríe, dando paso a su hoyuelo derecho.
-¿Qué tal medicina?- quise preguntar.
-Nada mal pero mucho estudio.
-¿Diseño gráfico?.-Es interesante y frustrante a la vez, pero bien- hago una pausa- lo único malo es la profesora.
Silencio. Él se quedó en silencio viendo la pantalla de su celular esperando a que dijera algo. Yo quería hablar y preguntar más sobre él, pero no pude. Estaba nerviosa. ¿¡Por qué!?.
-¿D-De dónde eres?.
¿Por qué tartamudeo?
-¿Resumen de mi vida?.
Asentí.
-Soy de San Diego, me mudé a California hace siete años por el trabajo de mis padres. Divertido, amigable, amante de la medicina y del bai- Ehh, del básquet.
-Que bien. Mis abuelos viven en
San Diego.-¿Apellido?.
-McCloud...- el tono de mi voz decayó lentamente. Lo reté a averiguar mi apellido y ¡yo de tonta se lo dije!.
Procede a darse una bofetada mental.
-Bingo- Aplaudiendo.
Mal hecho, la bibliotecaria lo mandó a hacer silencio.
Pongo los ojos en blanco.
-Te toca, McCloud.
Su voz pronunciando mi apellido...
-Bueno, eh, soy de acá, vivo con mis padres. Amable, divertida, amante de hojas y colores.
-Conmigo no eres amable, Hielito.
Lo miro, me mira.
Quito la mirada, él la deja.
-A tus amigos ya los conozco. Omar es un crack y Diana me cae bien, un poco cortante a veces.
-Dahlia- corrijo- Además de Omar, ¿Cuáles son tus otros amigos, u amigas?.
-No los conoces.
Ah, Okey.
-Y amiga tengo una.
-¿Ah sí?- finjo interés- ¿Quién?.
Una sonrisita se le estaba escapando.
Soy yo, ¿Verdad?.
Abre sus labios para decir el nombre. En ese instante, le campana sonó. Se levanta de su asiento, saliendo de la biblioteca. Sin despedirse.
-¡Se dice chao!-levanto la voz- idiota.
-Shhh- la señora bibliotecaria.
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Cuando la Imaginación se Desborda
RomanceHay cosas buenas como otras malas. Hay personas que les gusta adentrarse en otra realidad para salir de la suya. Hay veces que es mejor solo imaginar. Esta es la historia de Tammy McCloud y Zander Walker. Unos jóvenes viviendo la vida al máximo y am...