Capítulo 22

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La vida te da sorpresas.

Sorpresas te da la vida.

Estos dos meses han pasado muy rápido. Estábamos en mayo y ya se acerca agosto. Todos los años hacemos lo mismo ¿se han dado cuenta?. Estudiar, trabajar, salir, comer, dormir... es una rutina diaria. Días y horas repetitivos. Que genial sería cambiar la realidad por unos días y vivir nuevas experiencias.

Pero no.

Mayo y junio me acompañaron a realizar trabajos y exámenes para la universidad, y se supone que mi cerebro también. Salía con los chicos. La última vez que nos vimos fue hace unos días en la casa de Dahlia, donde jugamos juegos de mesa y comimos como nunca.

Hablando de Dahlia, ella y Néstor se hicieron más cercanos en el ámbito de amigos. Tienen muchas cosas en común, a pesar de verse totalmente diferentes. Con Omar era estudiar, entrenar y viceversa.

Con Zander. Bueno, él. Lo veo a menudo, hablamos todo el tiempo. A mis padres le cae muy bien, aunque papá sigue desconfiando. Sigue sin aceptar la amistad de un hombre y una mujer. Pero es irónico, Omar si lo acepta como mi mejor amigo, ¿por qué con Zander no es así?.

Porque Zander tiene otras intenciones y Omar no.

Mentira.

Verdad.

El día en que me invitó al circo, me dejó en casa y mamá lo hizo pasar. Les contamos lo bien que nos había ido, mostrando las imágenes y videos del espectáculo. Después se retiró.

Sigo con la idea de invitarlo algún día a un lugar que le guste. También tenemos muchas cosas en común, y más de lo que pensaba.

Confieso que lo estoy viendo de otra manera. Me agrada hablar con él, me siento bien con su compañía. Es lindo y divertido. No busco tener una relación, en estos momentos estoy enfocada en mi carrera de dibujo. Pero si el amor llega sin buscarlo, se puede hacer una excepción.

Regreso a mi ensayo cuando escucho la puerta de la casa cerrarse. Siento una sequedad en la garganta asi que decido ir a la cocina por un vaso de agua bien frío.

Bajo en pijama y mamá está en la cocina vertiendo las especias en los pocillos. Le pregunté por papá y dijo que se encuentra en el garaje lavando el coche.

—Tammy, hoy tenemos visita— avisa ella.

—¿Visita?— mamá asiente— ¿quién?.

—Una vieja amiga del trabajo, es enfermera.

—Pero nunca has trabajado de enfermera— digo confusa.

—Quise decir que trabajamos juntas en una empresa hace mucho, ella se retiró y ahora es enfermera ayudando a los doctores a salvar vidas.

—Si mamá, comprendo.

—Se mudó a la ciudad con su familia, la chica todavía es joven.

—Bueno, ehh...¿Quieres que te ayude con el almuerzo?.

—¿Terminaste el ensayo?— indaga achicando los ojos a regañadas.

—No, pero si quieres voy y lo termino.

—Ayúdame aquí y luego lo terminas, antes de que venga la muchacha.

Hicimos lasaña, preparé la mesa y subí a terminar el ensayo. Después de media hora logro terminarlo, solo faltaba echarle color. Me ducho y visto.

Bajando las escaleras tocan el timbre. Llegó la amiga de mamá, pensé.

Abro y me llevo una sorpresa enorme. No sabía si asustarme o preguntar qué rayos era esto.

Cuando la Imaginación se DesbordaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora