Capítulo 19

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Luego del drama. Entramos y nos unimos  al trencito de personas bailando. A las once, ya estábamos en casa. Papá deja a los chicos en casa de Omar; Zander se quedaría allí. Eso significa qué, tendría una pijamada con mi mejor amiga.

Mamá y papá quedaron exhaustos. Dahlia y yo subimos directo a la habitación. Por suerte, se trajo su pijama de algodón.

Debo decir, que la pasamos muy bien. La mayoría de los compañeros de papá son geniales y amables. Otros, son molestos o antisociales. El único estorbo que hubo, fue Penélope.

Estoy satisfecha por haberla arrojado a la piscina. Se sintió la soberbia recorriendo mi sangre. Aunque, me achicopalé un poco cuando dijo que nadie se fijaría en mi. ¿Tendrá razón?.
¡Claro que tiene razón!. Solo un chico se fijó en mi. ¡Uno solo!, y fue por conveniencia que es lo más triste. Mi ex-novio Lorenzo. El típico chico rubio popular de la secundaria. Tuvimos una relación solo para que nos aceptaran en las universidades. Él, por ser un gran deportista. Yo, por ser una de las más inteligentes. Después de todo, si nos quisimos. Pero ninguno se enamoró del otro.

Okey, estoy exagerando. Le e gustado a algunos chicos, disque porque soy linda. ¡Pero no!, Cómprame libros.
Okey tampoco.

Veo que Dahlia se coloca los auriculares y procede a arroparse. Es tarde. Pero que más da, es sábado. No tengo mucho sueño.

Me tumbo en la cama.

—¿Tienes...?.

—¿Hambre?, Sí.

—Iba a decir sueño Dahli. Pero pensándolo. Busquemos algún refrigerio para iniciar la noche de chicas.

Ya con el refrigerio en el plato y casi en el estómago.

—La pelirroja malcriada, ¿era tu amiga?.

—Si. Bueno, no. Solo hablábamos. Después del espectáculo que dí gratis, no hablamos más; hasta hoy— quitándome los aretes.

—El vídeo tiene quinientas reproducciones.

—¿El qué?— digo con tono preocupante.

—El vídeo de la pata al agua.

—¡No Dahli!. ¿Dónde lo subiste?.

—Internet, lenta.

—Oh no, oh no. Mañana me espera un reclamo.

—Y un domingo aburrido— siguiendo el juego.

—Y un lunes de exámenes.

—Con ojos verdes.

La miro. Me mira.

—¿Zander?.

—Oye, no es la única persona de ojos verdes en el mundo.

—¿Qué pasa con Zander?.

—Dímelo tú— dice, entrelazando sus dedos.

—No sé de lo que me estás hablando— sonrío nerviosa.

¿Nerviosa?

—Es obvio que hay algo entre los dos.

Ojalá

—No tenemos nada, somos amigos. Todos— lo remarco— somos amigos.

—El romance no es mi tema favorito pero tienen química, chispa, conexión.

—Apenas se de él, Dahlia— digo, masticando la galleta de fresa.

—Amor a primera vista.

—No.

—Pero te gusta.

—¡No!— me tapo la boca por levantar la voz— Y si me gustara, no pasaría nada. Zander seguramente tiene novia.

—No tiene— dice ella, tomando jugo de pajilla.

—¿¡De verdad!?.

—Y no te gusta, claro.

Ruedo los ojos.

—Suficiente. ¿Cómo te va a ti?— pregunto, mirando la ventana.

—Me escribió una zanahoria.

—¿Néstor?— abro los ojos de par en par.

Creí que no le diría.

—Estuvimos hablando. Simpático, algo tímido. Fernanda la chica de la fiesta— suspira— me a escrito también.

—Cuidado se te junta el ganado amiga.

Platicamos un rato más. Lanzando las almohadas de un lado a otro. Riéndonos.

Que lindo son esos momentos.

Lástima que no son para siempre.

En lo que me acomodo para dormir. Mi teléfono suena. Notificación de WhatsApp.

Zander: ¿Dormidas?

Yo: Dahlia ya casi. ¿Ustedes que hacen?

Zander: Omar juega videojuegos. Yo hablando contigo

Zander envía una foto. La habitación de Omar desorganizada como siempre. Palomitas y cervezas en la mesita de noche.

Zander: ¿Que harás mañana?

Yo: Nada interesante, ¿por?

Zander: ¿Y el lunes?

Recordé lo que dijo Dahlia,
lunes con ojos verdes.

Yo: Quizás estudiar

Zander: ¿Te gustan los circos?

Yo: Son divertidos y misteriosos.

Zander: Entonces...¿es un si?

Yo: Tengo que avisarle a mis padres pero sí. ¿Me dices el precio de la entrada porfavor?

Envía un audio.
¿En serio Tammy McCloud?

Necesito que envíe muchos audios. Tengo la necesidad de más sin saber porque.

Zander: Te estoy invitando. No dejaré que pagues nada

Yo: No lo sé Zander, no soy ninguna aprovechada

Zander: Claro que no, solo es una invitación. Es más, para que no te sientas mal de no pagar nada, me invitas a una próxima, ¿Te parece?

Yo: Me parece. Gracias

Ve el mensaje y se desconecta.

Bueno, eso fue todo querido lector. Gracias por estar aquí.

Ahora iré a dormir. Dahlia debe estar en el quinto sueño.






Cuando la Imaginación se DesbordaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora