En el camino se escuchaba la radio. En todo el trayecto nadie habló. Al llegar, Omar le pregunta a Zander si era el local correcto. Paramos en un bar-restaurante moderno con toques hogareños. Pensé que la entrada incluía estatuas, pero no, son dos guardaespaldas; muy amables por cierto.
Pedimos una mesa y ordenamos cócteles, menos dos de cuatro amigos de Omar, ellos pidieron cerveza. El piso de madera, blancas paredes y marrones decoradas con pintura negra formando frases o palabras, guirnalda de bombillos, pista de baile y barra de tragos.
Dahlia pide ramen, Omar sushi, Zander una hamburguesa doble carne al igual que yo, los amigos de Omar, Brandon, Steven, Jill y Jim, tacos variados.
Luego de hartar esas riquezas y platicar un rato. Omar, Brandon y Jill fueron a la barra, al parecer el bartender es un conocido. Steven y Jim a la pista, Dahlia a curiosear el bar. Zander y yo nos quedamos en la mesa escuchando música por los altavoces.
—El lugar es bonito— comenté, viendo a la pista.
—Tengo buen gusto.
Creído
—¿Habías venido anteriormente?.
—Un par de veces. Tres—responde.
Se me vino a la mente la noche en que chateamos hasta las doce de la madrugada. Él no comentó nada. Yo tampoco.
Por los momentos.
Tengo curiosidad de como encontró mi perfil, no tengo muchos seguidores, tampoco subo muchas cosas. Me había llamado acosadora, siendo ¡él! el acosador.
—¿Cómo me encontraste en Instagram?.
Curiosidad 1 - Tammy 0
—Sugerencias— responde, masticando una fresa de su cóctel.
—¿Por qué me stalkeaste?.
Mis mejillas se tornaron rosa. Menos mal que no lo notó por el rubor del maquillaje.
—¿Cómo lo sabes?— pregunto, avergonzada.
—Lo supuse— hizo una pausa para beber de su cóctel— Pero ahora me lo confirmaste McCloud.
No supe que decir.
Avergonzada quedo.
Me había delatado tan fácilmente.
Rayos.
—Me estoy aburriendo— dice, ladeando la cabeza a mi lugar— ¿Qué quieres hacer?.
Me encogo de hombros.
—¿Dónde estarán los demás?— buscando a las seis personas a mi alrededor. Ya no estaban en sus lugares
—¿Sabes bailar?— pregunta el chico.
Sí
—No, ¿y tú?.
—Tampoco, disfruto la música pero no la bailo.
Omar y los otros bailaban en la pista. Dahlia ya estaba en la mesa bebiendo de su bebida. Los chicos nos llamaron para integrarnos al baile pero pasamos. Yo quería bailar, pero me daba pena con Zander. Cada quince minutos llegaban clientes al bar-restaurante, jóvenes, parejas y familias.
Sonaba la canción Get lucky de Daft Punk.
—Ohh amo esa canción— comento, moviendo la cabeza al ritmo de la canción.
—Es buena— dijo Zander, siguiéndome.
—Buenas vibras da— habla la dark.
—¿Bailamos?.
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Cuando la Imaginación se Desborda
RomanceHay cosas buenas como otras malas. Hay personas que les gusta adentrarse en otra realidad para salir de la suya. Hay veces que es mejor solo imaginar. Esta es la historia de Tammy McCloud y Zander Walker. Unos jóvenes viviendo la vida al máximo y am...