Día perezoso.
Día de amargura.
Día de lloración.
Día de quedarse en casa.
Andrés, ha llegado.
Quería hacer algo productivo y diferente con mi vida. Pero a este se le antoja de venir y los planes se arruinan.
F, en el chat.
Los chicos saldrían a la fiesta de cumpleaños de Jim. Invitaron a todos del círculo de Omar. Yo no voy por aquel motivo. Les dije que tenía dolor de estómago. Papá y mamá, se reunirían con algunos amigos de la universidad.
Y yo, en la soledad.
Tocará ver maratón de películas.
Bajo a la cocina para hacer palomitas y preparar té de manzanilla. Me apoyo del mesón para revisar las redes. Omar y los demás— excepto mi mejor amiga— subían videos constantes a sus historias de Instagram, etiquetando a los chicos.
Apago el microondas. El aperitivo mantequilloso estaba listo. Al agua del té le faltaba hervir más. Mientras espero, le escribo a Dahlia.
Yo: ¿Cómo la pasan?
Dahlia: Bien, pero haces falta
Yo: Quisiera estar allá
Dahlia: ¿Qué haces?
Yo: Preparo té
Dahlia: Interesante, ¿estás sola?
Yo: Si, ¿por?
Dahlia: Pregunto
Yo: ¿Por qué siento que tramas algo?
Dahlia: No amiga, para nada, y oye, te voy a dejar, los chicos me están llamando. Te escribo ahora :)
Yo: Vale
Sirvo el agua caliente en la taza y procedo a remojar la bolsita de manzanilla en esta. Subo las escaleras lentamente para no derramarlo encima. Lo dejo en la mesita de noche. Bajo y luego vierto las palomitas en otro bol. Tomo mi teléfono para subir otra vez.
Probando el maíz. Suena el timbre.
Vuelve a timbrar.
Me dirijo a la sala para abrir la puerta y ver quien era. Supuse que era el grupos
de niños tocando los timbres de las casas, saliendo corriendo después. O, es el chico delivery equivocándose otra vez de casa.—Si eres el de domicilio, no e pedido nada de comida Bard, somos los McCloud, no los...— abro la puerta— Martelli.
Para mi sorpresa. No era el repartidor a domicilio.
—No soy Bard pero soy Zander, y e traído hamburguesas para los McCloud, nada de Martelli— sonriendo.
No esperaba a nadie, mucho menos a Zander. ¿Por qué habrá veni..?.
Claro.
Dahlia.
—Hola, Zander— digo, algo extrañada.
—¿Ya todos se fueron?, ¿llegué tarde?.
—¿Tarde?, ¿se fueron?— repetí.
—Las hamburguesas se tardaron mucho en arreglarse.
—Me gusta tu sentido del humor, pasa.
Me tendió las dos cajitas de anime para colocarlas sobre la mesa de la cocina.
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Cuando la Imaginación se Desborda
RomanceHay cosas buenas como otras malas. Hay personas que les gusta adentrarse en otra realidad para salir de la suya. Hay veces que es mejor solo imaginar. Esta es la historia de Tammy McCloud y Zander Walker. Unos jóvenes viviendo la vida al máximo y am...