Por el rabillo del ojo pude ver la luz de la mañana, que traspasaba en las cortinas blancas que adornaban mi habitación. La alarma sonó para que después me estirara para apagarla.
Como pude, me escurrí de la cama despegándome de las sabanas, hasta poder sentir el frio piso, de las mañanas típicas en la ciudad Jefferson, Missouri. Mientras sentía el frio piso me metí a mi baño, aproximándome a el lavabo para mojar mi rostro y limpiarlo, para que luego saliera y me propinara a darme un tiempo, buscando un conjunto de ropa y terminando ello, venia lo que era acomodar mi cabello. Finos y suaves cabellos oscuros se iban amoldando cada vez que pasaba las cerdas del cepillo, para que luego los juntara en una dona, haciendo una coleta de caballo. Luego venia lo que consistía en “maquillaje”, una crema humectante y unas cuantas pasadas de rímel negro, para después ponerme una pequeña cantidad de Lip Gloss y para finalizar unos roses de perfume olor lavanda, si, ese era mi olor favorito y por una extraña poderosa razón siempre olía así sin siquiera rociarme el perfume, según mama es mi olor natural. ¿Se puede tener un olor a perfume natural? Si es así, el mío es la lavanda.
Luego de haber terminado mi rutina, me aproximé al comedor de la cocina , donde estaba reunida mi familia. Mi papa estaba sentado en la mesa leyendo el periódico mientras le daba sorbos al café, Gregory desayunaba en la barra de la cocina y mi mama preparaba rápidamente el desayuno, que consistía de huevos revueltos con tocino y para beber jugo de naranja, si ya se, el típico desayuno.
Al entrar mi madre me sacó una sonrisa.
-Buenos días.
-Buenos días. Le respondí
Pasé a lado de Gregory para luego alborotarle su pelos de las mañanas, él se quejó y yo terminé dándole unos pellizcos en sus mejillas. Me aproxime a mi papa dándole un beso es su mejilla izquierda, para que luego terminara desayunando a lado de Gregory.
- ¿Y cómo te fue anoche? –Me preguntó mi mama sirviéndome una porción de huevos revueltos.
Vaya, si no me hubiera recordado ella lo de ayer, hubiera sido un recuerdo vago.
- Estuvo bien- dije haciendo una mueca jugueteando con el huevo revueltos – los maestros pueden parecer aburridos, pero una vez que convives con ellos te llegan a agradar.
Saqué una media sonrisa.
Mi papa, que estaba concentrado en el periódico se dejó ver sus ojos que se movían como resortera de lado mío a el de mi mama.
- Ah vaya, pues que bien, aunque… ¿si recuerdas a mi amiga…Sarah?- negué con la cabeza, tratando de entender a qué quería llegar con eso – pues ella, es maestra en la Ligthhouse y le comenté de su “fiesta” y puedes creer que ella no sabía nada de eso. Comentó sarcásticamente de lo cual yo casi me atraganto con el huevo
- ¿enserio?- le pregunté lo más normal que podía
Mi mama paró drásticamente lo que hacía para luego mirarme fijamente a los ojos.
- Maggie… ¿a dónde exactamente fuiste anoche? – me exigió ella
Apreté mi boca negando la cabeza, asiéndome saber que no entendía.
ESTÁS LEYENDO
Lo Que Esperan [LQE #1]
RomanceQuerer a Fitzgerald Keegan es como desear mi propia muerte. ¿Pero qué puedo hacer cuando aquellos ojos azules buscan mi mirada? ¿Qué puedo hacer cuando su piel roza la mía? ¿O cuando simplemente pronuncia mí nombre? Definitivamente sería...