7 - VASO CAFÉ

232 64 9
                                    

                  

Mis pasos iban  cada vez más rápidos; cada vez que escuchaba los gritos.

Ander al igual que Stella y Jenna respiraban pesadamente. Stella llevaba cara de espanto, Jenna tenía la cara roja de furia y Ander lucia la misma cara que nos había mostrado al dar una entrada dramática a la biblioteca. Nosotras nos estábamos parando de donde estábamos, pero Ander no esperó y nos dijo en voz alta la tranquiza que se estaba desarrollando entre Blake y Kaspar en el tercer pasillo. Así que, antes de que pudiéramos salir de la biblioteca, tuvimos que esperar a que se fuera la gran bola de estudiantes que trataba de salir igualmente de la puerta, como estampida.

Así que si, Ander estaba alterado al igual que yo.

Los gritos y alardeos se empezaron a escuchar más cerca, hasta que fuimos capaces de ver a lo lejos, un gran tumulto de jóvenes reunidos en bola, gritando eufóricamente y alzando las manos como si estuvieran presentes en un partido de Futbol. No tardamos en terminar trotando hasta llegar al tumulto. Pude ver como el cuerpo de  Sergi trataba de entremeterse en aquella bola.

-Sergi. Le llamó su hermana

Este volteó a vernos igualmente con su rostro colorado.

-Le están dando una buena paliza. Nos dijo el haciendo que mi corazón sufriera un gran colapso

-¡Maldito!- bramó Jenna-¡nadie se mete con mi puto amigo!

Jenna se encaminó a la bola, pero antes que diera otro pasó, el brazo de Ander rodó el cuerpo de ella, acercándosela a su pecho. 

-¡Ni se te ocurra Jenna!- le soltó- ahí no te metes.

Jenna forcejeó, pero luego, rendida, se dio por vencida.

De pronto se escuchó  un golpe seco y un quejido.

- ¡Dios!- exclamó Stella tapándose con su mano la boca

Entonces ahí me pude imaginar, la cara magullada de Kaspar siendo aplasta en los casilleros. No me dio tiempo para pensar, simplemente me flexioné hasta poder escabullirme por las piernas de los adolescentes eufóricos. Logré escuchar a Jenna gritándome, pero ya era demasiado tarde, así que como pude me incorporé para ver a Kaspar con el ojo morado y cubriéndose el rostro de un seguro golpe.

Me salí sin más de la bola y me metí al radar de Johnson, pero como dije, ya era demasiado tarde, así que sin más, me metí entre el cuerpo de Kas y el del que le golpeaba. Mi espalada dio guardia al rostro de Kaspar y camino a un golpe. Cerré los ojos, mientras sentía la respiración agitada de Kaspar en mi oído, y el calor que emanaba su cuerpo, logré volver a escuchar la voz aterrorizada de mi amiga. Unos segundos...nada, otros dos...nada. Solo me atreví abrir los ojos por la falta de ruido de los demás adolecentes, y al hacerlo me encontré con el rostro que definitivamente no era de Johnson.

Fitzgerald Keegan se encontraba a unos cuantos centímetros de mí, aun con el puño alzado en el aire, y su rostro totalmente, ¿impactado? ¿Alarmado?... lo único que pude divisar de él, fueron sus ojos azules claros divisando los míos.

Tragué gordo, mientras eché una mirada atrás de su hombro, para encontrarme con Blake Johnson con los brazos cruzados y a lado de él, estaba el chico de la fiesta, que igualmente se encontraba como Keegan ¿Asombrado?. Automáticamente sus ojos se tropezaron con los míos, haciendo que  yo  frunciera el ceño. ¿Dónde se supone que están los maestros para acabar con esto?

- Vamos Fitzgerald, has algo. Le escupió enojado Blake

Keegan  dejó de mirarme y lentamente se separó de mí, frunciendo su  entre ceja y bajando el puño, a lo que Kaspar y yo suspiramos. Keegan se acercó a Johnson amenazante. ¿Me estoy perdiendo de algo?

Lo Que Esperan [LQE #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora