20 - VASO OLIVA

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No pasó ni uno segundo cuando ya me encontraba empotrada debajo de la mesa.

Todo pasó en cámara lenta que ni me dio tiempo de repasar las miradas extrañadas que Keegan y Blas me tiraron al verme encubierta bajo la mesa. Blas alzó una ceja parando su risa, mientras abría la boca, pero sorprendentemente Fitzgerald la abrió con anticipación.

-¿Y ahora que te sucede?

Mis labios se abrieron pero las palabras salieron a trompicones, mientras ya en mi mente me proyectaba una escena futura en la que me encontraba haciendo de lo posible tratando de calmar la tensión que surgiría.

-Mis a-amigos...a-aquí...estoy, muerta.

Keegan fue el primero en comprender, porque mientras Blas arrugaba la nariz y acercaba su odio hacia mí, su amigo ya estaba dando señales extrañas a Cuba.

La risa de Jenna crispó mi cuerpo. Blas alzó la vista y desde donde yo estaba noté que sus ojos se abrieron a una gran dimensión mientras soltaba tacos.

-Iré yo, los distraeré mientras tú llevas a Maggie por la puerta de atrás. Le soltó Blas a Keegan mientras daba rectos pasos hacia donde mis amigos se encontraban

-¡¿Estas demente?!- chillé a voz baja parando su caminata- Tu eres la última persona a la que deberían ver.

Blas enarcó una ceja mirándome sin comprensión. La voz de Kaspar solo fue un recordatorio de que Blas no era bienvenido en nuestro grupo social.

Para buen bien y sorpresa, pude notar que Cuba ya se encontraba recibiéndolos con una sonrisa demasiado marcada. Fitzgerald no lo pensó mucho al momento de inclinarse a mí tomándome del brazo para que pudiera pararme, poniéndome a un lado de él, así cubriéndome de la vista de los demás.

¿Era un mal momento para tomar nota de lo bien que olía?

Sí, pero eso no me detuvo en pensar el hecho de que desprendía un buen aroma. Que digo, "buen" se quedaba corto.

-Con mucha más razón, Blas los puede distraer. Apuntó Keegan mientras que con un asentimiento, hacia Blas, fue suficiente para que este ya se encontrara caminando cerca de la barra

No me dio tiempo de protestar, porque ya estaba siendo jalada hacia la puerta del fondo. Miré atrás de mí tratando de localizar a Blas y al hacerlo, pude ver cómo este ya se encontraba cerca de mis amigos.

Vi también la cara de Kaspar y la de Jenna, Ander y Sergi.

Si no hubiera sido el hecho de que Keegan ya me tenía prácticamente afuera del lugar, ya estaría dando fuertes pasos hacia mis amigos. Puede que eso hubiera sido una acción tonta, pero ya no quería más problemas con nadie.

Ya era de noche, por lo que al salir el aire frió chocó contra mí. Keegan me soltó del brazo dejándome tomar aire de lo sofocada que me encontraba hace unos segundos. Miré a mí alrededor tomando nota del lugar donde estaba, de la cual solo se trataba de la parte trasera de la pub, donde lo único que había eran unas cajas de cartón apiladas y los contenedores de basura.

Cerré los ojos apoyándome en la pared cerca de la puerta.

-Eso estuvo cerca. Exhalé aire pasándome los cabellos rebeldes atrás de mi oreja

Fitzgerald me miró achicando los ojos metiendo su mano en su bolsillo delantero.

-Hay que tener más cuidado. Dijo sin verme mientras sacaba una cajetilla de su bolsillo

Asentí algo trastornada por lo que acababa de pasar. El problema aun no terminaba. ¿Qué pasaría si los chicos decidieran convertir la pub en el nuevo centro de reunión? Ya no podría entonces ir con Keegan y Blas, y aunque sonara demente, de verdad me gustaba ir a ese lugar.

Lo Que Esperan [LQE #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora