22 - VASO CELESTE

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Me quedé inmóvil, mientras mis amigos que se encontraban caminando hacia mí; se detuvieron abruptamente al ver que estaba acompañada.

-¿Maggie?

Jenna fue la primera en hablar, mientras me veía con el ceño fruncido. No parecía enojada, más bien confundida y aliviada.

Abrí la boca, pero mi mandíbula me temblaba del puro nervio. Tenía que tranquilizarme o si no todo se echaría por la borda. Así que con una sonrisa falsa me pasé el cabello por detrás de mí oreja con aire despreocupado.

-Chicos ¿Qué hacen aquí?

Jenna frunció el ceño, caminando hacia mí, mientras que los demás le pisaban los talones. Después de que me repasaran con sus ojos, estos se deslizaron a mis acompañantes.

Demonios.

Jenna los miró entrecerrando los ojos, antes de devolverme la mirada.

-¿Dónde te habías metido?- chistó mirándome seria – te llamamos cientos de veces.

Arrugué la frente, recordando que había apago el celular. Ahora todo tenía sentido, ya se me hacía muy raro que Jenna no me hubiera mandado mensaje preguntando por mí.

Pelé los ojos arrepentida.

-Lo olvidé, mi celular está muerto.

Jenna frunció el ceño.

-¿Dónde estabas? Se supone que nos encontraríamos en Paddy Malone's. Tuvimos que llamar a tus padres, así que venimos a tu casa por si...- no tuvo que terminar la oración

Los miré atónita.

¿Dónde creían que estaba? ¿Acaso me daban por perdida?

No estaba mirando la seriedad del asunto, cuando vi que la mirada de Kaspar penetraba a alguien detrás de mis hombros. Las facciones de Ander estaban algo relajadas aunque igualmente tenía el ceño fruncido; Sergi, que miraba algo confuso el ambiente, tiraba miraditas hacia mí. Stella por otra parte, tenía los ojos bien abiertos y pude notar que sus mejillas estaban algo rosadas.

Claro, Fitz.

Sentí una punzada en el pecho al ver como los ojo de Stella comían el cuerpo de Fitz; de arriba hacia abajo. Decidí dejar pasar eso, concentrándome en sacar una buena excusa.

Jenna entonces miró a Blas y a Fitz, a pesar que les daba la espalda podía intuir que estaban pasmados. No lo veíamos venir.

-Mmm...entonces, estabas con ellos- Jenna los apuntó con su dedo un tanto pálida.

Abrí mi boca, pero de ella no salió nada. Justo cuando pensé que sería más incómodo, sentí una mano tocar mi hombro. Blas me sonrío dulcemente mientras se erguía a mi lado aunque estaba segura que estaba a punto de mostrarme una cara de pánico.

Aun así en su sonrisa me decía que me tranquilizara. Tragué gordo mientras él miraba a mis amigos con ese amigable rostro.

-Lo siento, no fue culpa de Maggie- dijo mientras mis amigos literalmente tenían la boca abierta – me la encontré y la invité a desayunar, supongo que no medimos el tiempo.

Se encogió de hombros mostrando sonrisa inocente.

Jenna parpadeó soltando una leve sonrisa.

-Ah... claro, descuida -Jenna soltó una corta risita mientras se pasaba las manos por su cabello rubio- Pero Maggie...eh... es mejor que llames a tu mamá, debe estar preocupada.

Lo Que Esperan [LQE #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora