La fiesta terminó para mí, hasta las 3 de la madrugada. Ander se ofreció a llevarme, pero resulta que ya había tomado demás, igualmente que Sergi, Stella y Kaspar. El plan de Jenna era que Kas me llevaría , pero el plan se esfumó cuando lo vi bailando encima de la mesa de la cocina con una botella en la mano. Seré honesta, al principio me asusté, ya que nunca lo había visto ebrio, pero Jenna me calmó diciéndome que él no llegaba a puntos extremos.
En fin, Jenna me hubiera podido prestar el Berlina, pero he aquí el problema, no se conducir.
Gracias mamá, papá.
Después de todo, Jenna me llevó a casa, diciendo que estaba demasiado cansada y quería volver. No le creí nada, Jenna no se cansa de las fiestas, pero era la única que por razones sorprendentes estaba algo sobria, es decir que podía conducir. Después de todo lo sabría mañana, así que me despedí de ella y entré a la casa.
Subí a hurtadillas hacia mi habitación y al llegar, cerré la puerta detrás de mí y me desparrame en mi cama. La puerta de mi habitación se abrió sin previo aviso, haciéndome enderezarme de la cama como resortera. Mi madre se encontraba parada en el borde de la puerta, su pelo castallo oscuro, casi más oscuro que nada, igual que el mío; se encontraba amarrado tipo cebolla, llevaba una bata rosa pastel cubriéndola.
-Hola mami. Dije sentándome en la esquina de la cama, mientras que le otorgaba una sonrisa
Ella hizo una mueca, para que luego soltara un largo bostezo.
-Sabes es lo malo de tener una hija que está empezando la preparatoria. Ella me dijo
Su rostro parecía neutral, por lo que no sabía si estaba siendo sarcástica o si simplemente estaba molesta.
- La Maggie que conozco no iría a una fiesta- dijo ella- pero como dije, estas entrando a otra etapa y las fiestas a tu edad son lo primordial, y más si llegas tarde a tu casa.
Me quité una pelusa imaginaria del vestido.
- No estoy acostumbrada a esa Maggie, por lo que no tienes un horario de llegada- siguió diciendo- así que pensé que llegarías temprano.
Ella suspiró y se rascó con sus dos dedos en sus cansados ojos.
- Solo dinos cuando llegues tarde ¿sí?- terminó ella
Asentí tan rápido como pude. Ella se dio una media vuelta y antes de poder salir, se giró en sí y me vio.
-Te vez hermosa Maggie.
Y luego se fue arrastrando sus pasos hacia su cuarto, sin esperar alguna respuesta mía.
Unos segundos después me encontraba acostada en mi cama, absorbida por las suaves sabanas que me cubrían.
Siempre he pensado que la mente es poderosa, al igual que engañosa, y mi mente es engañosa. Y ahora siento que estoy en un limbo, no sé qué quiero ser, la Maggie que era o una nueva, una a la que le gustaría ser como una chica de su edad. El problema es que, la Maggie que siempre fui, la que soy a hora, me gusta.
Nunca me han gustado las fiestas, la bebida y todas esas cosas que a los chicos de ahora les gusta, no soy una santa, y si me catalogan así , no me importa, no me importa lo que digan y me gusta que no me gusten esas cosas. Solo hay un detalle, hay un mundo nuevo que estoy atravesando y en ese, para poder sobrevivir, tengo que ser una nueva Maggie, una que no soy pero que puedo llegar a ser y temo que llegue a no reconocerme.
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Lo Que Esperan [LQE #1]
RomanceQuerer a Fitzgerald Keegan es como desear mi propia muerte. ¿Pero qué puedo hacer cuando aquellos ojos azules buscan mi mirada? ¿Qué puedo hacer cuando su piel roza la mía? ¿O cuando simplemente pronuncia mí nombre? Definitivamente sería...